Llamemos las cosas por su nombre a la hora de decidir nuestro voto ciudadano.
Habría que recordar, por si alguien lo olvida en el debate de hoy, que este gobierno nacional construyó la mayor cantidad de escuelas en la historia, más de 1000 en todo el país, creó un ministerio para la ciencia, repatrió más de 800 investigadores expulsados por la crisis desatada durante el menemismo y la Alianza de De la Rúa, entregó cientos de miles de computadoras a estudiantes, impulsó el mayor presupuesto educativo de la historia, más del 6 % del PBI, creó nuevas Universidades.
La Alianza radical, en cambio, recortó el presupuesto universitario y de la administración pública, en un gobierno que descontó el 13% a trabajadores y jubilados.
De allí veníamos. No hay que olvidarlo a la hora de elegir democráticamente.
Incluso, habría que reparar la ofensa de Pino Solanas contra los compatriotas de las provincias del norte cuando afirmó que “tienen un voto de baja calidad”.
El principal debate, no obstante, es con el gran ausente: Macri.
El jefe del PRO no es producto de una derecha democrática y con genes democráticos. Nada que ver. Esta derecha no sólo es autoritaria e ineficiente conceptualmente, sino que cuenta entre sus componentes a personajes vinculados directamente con la última dictadura cívico-militar.
¿O usted cree que el cúmulo de acusaciones judiciales y la mediocridad en la gestión de Macri nacen de un repollo?
Anotemos algunos nombres de quienes en diferentes tramos lo acompañaron:
Alejandro Reynal, del equipo económico de Martínez de Hoz durante la dictadura.
Abel Posse, diplomático durante la dictadura que confesó su plena identificación con las bases ideológicas del proceso genocida.
Santiago de Estrada, funcionario durante toda la dictadura.
Jorge Aguado, ex gobernador bonaerense y ministro de Agricultura de la dictadura, presidente de CARBAP, entidad encabezada luego por Mario Llambías, candidato de Elisa Carrió.
Hay que agregar a los dirigentes que respondían al genocida Bussi y al partido de otro genocida preso por crímenes de lesa humanidad, Luis Abelardo Patti.
Este prontuario también explica la deserción macrista del debate democrático.
Nos vamos con las palabras que ayer señaló con picardía criolla el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, "Macri es como el mate cocido, llena pero no engorda. Uno puede raspar pero no va a sacar nada del fondo”.
El Argentino, miercoles 6 de julio de 2011
1 comentario:
4 años mas de macri no quiero ni imaginarlos ,esta ciudad no merece semejante energumeno, vamos con filmus y ojala se nos de compañero!!!
Publicar un comentario