miércoles, 8 de agosto de 2012

Con su historia en la piel



“Encontramos otro nieto, el 106”. 
Así comienza el mensaje de Abuelas de Plaza de Mayo leído ayer.
El día de San Cayetano, protector del pan y del trabajo y el día del Cumpleaños de la Casa Cuna.
Deja que hable la vida y te sorprenderá.
Pablo Javier Gaona Miranda es el nieto 106.   
Su papá, Ricardo y su mamá, María Rosa, lo acunaban entre sus brazos aquel 14 de mayo de 1978 cuando la dictadura los desapareció.  
De los padres nunca más se supo.
Pablo tenía apenas un mes de vida y  reapareció ayer en las Abuelas y otros nietos recuperados, con su identidad y su memoria, con su historia en la piel.  
Desapareció en el país del terrorismo de estado y el genocidio; siguió desaparecido en la democracia de la impunidad y el olvido y volvió con su propia sangre en el país de las Madres y las Abuelas, el país que preside Cristina Fernández de Kirchner.
Quizá su padre le haya susurrado alguna vez la bella guarania de su tierra paraguaya, “Mis noches sin ti” y lo haya dormido canturreando: “Sufro al pensar que el destino logró separarnos, guardo tan bellos recuerdos que no olvidaré, sueños que juntas forjaron tu alma y la mía y en las horas de dicha infinita que añoro en mi canto y no han de volver”.
Venimos de allá lejos, Pablo.
De cuando Clarín escribía en esos mismos días: “Los órganos periodísticos se manejan con prudencia. El gobierno -de Videla- no ejerce presiones indebidas. La prensa escrita se alinea sin dificultades en el rumbo general del proceso…”
O cuando La Nación ponía en tapa una nota titulada: “Apoya la Rural la acción del Gobierno -de Videla-”.
Lo cierto es que las Abuelas recuperaron otro nieto.
Y otro nieto recuperó su país, su pueblo, su patria, su historia, su familia, su verdadera identidad.
Si pintar nuestra aldea es pintar el mundo, pintar la Argentina es pintar la memoria, la verdad y la justicia en trama universal.
Es nuestro orgullo nacional, en un país que reencuentra sus raíces.    
Ayer se inauguró en Pampa del Indio, allá en el Chaco profundo, el Primer Centro Educativo Bilingüe Intercultural del país y de toda Sudamérica, con la participación protagónica de los hermanos Wichi, Qom y Mocoví.
Es otra forma de reencontrar la identidad de este pueblo que somos.
Pampa del Indio es la Argentina de hoy.
Nos ponemos de pie para saludar el gesto solidario de los artistas populares que lo hicieron posible junto al gobierno provincial y nacional. 
Como bienvenida a Pablo y a la espera de los 400 nietos que faltan, seguimos cantando:  
“Mi corazón en tinieblas te busca con ansias, rezo tu nombre pidiendo que vuelvas a mí porque sin ti ya ni el sol ilumina mis días y al llegar la aurora me encuentra llorando, mis noches sin ti”.

El Argentino, miércoles 8 de agosto de 2012

1 comentario:

Taky dijo...

Desde el corazón profundo del Chaco, se oye el palpitar de una dinámica identitaria pluricultural y plurilingüe. Un nuevo relato, connotado justo, plural y solidario va sembrando y cosechando en tierra fértil. Nuestros hermanos, de los pueblos originarios del Norte, Sur, Este y Oeste nos abrazan y nos dicen “encontrar lo común en lo diverso y caminar juntos es nuestro destino”. Y en ésta construcción colectiva, con MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA, plena de amor, pasión y ternura, celebremos las 106 veces que la VIDA le ganó a la muerte, que el amor puso al odio en retirada. Gracias por tus notas compañero, siempre ayudan a reflexionar y a pensar nos en clave de “conciencia nacional y popular”…