La Ciudad
Autónoma de Buenos Aires fue un verdadero caos el día de ayer.
Quizá hoy
también.
No hay
antecedentes de semejante atascamiento en el tránsito, de furia ciudadana, de
ómnibus cargados hasta los techos.
Y hay un
solo responsable que deberá dar cuenta de tan indigno desgobierno: Mauricio
Macri.
No hay que invertir
los términos de la responsabilidad: es Macri el que no se hace cargo de los
Subtes; sólo después se entenderá la lucha de los trabajadores que están a la
intemperie, al igual que todos quienes habitan y trabajan en la gran ciudad.
Buenos
Aires está atrapada en una red de ineficacia, desidia, ineptitud e insensibilidad.
Todas “cualidades”
del gobierno del PRO.
Las últimas
pruebas son, más que elocuentes, escandalosas.
Cierre de
la Terapia Infantil del Hospital Durand.
Falta de
calefacción y atención medica adecuada a los internos del Hospital Borda.
Falta de
atención del Hospital de Niños Gutiérrez, del Tobar García y del Argerich. Denuncia
por el abandono edilicio y médico del Hospital Álvarez.
Cierre de
grados en Escuelas de la Ciudad.
Falta de
pago en los subsidios para los teatros independientes luego de ser aprobados
por la Legislatura.
Falta de
pago a la tarifa del alumbrado público y en consecuencia el corte del servicio
eléctrico al Obelisco y varias Plazas de la Ciudad.
Aumento de
los niveles de pobreza y mortalidad infantil.
Aumento del
déficit habitacional, con una paradoja macrista: la población en villas creció
el 52 % mientras el 40 % de las obras autorizadas fueron suntuosas.
Denuncias
varias por los burdeles y casas de prostitución avaladas por gobierno del PRO.
El ajuste salvaje
del ABL.
La lista
sigue pero con esto es suficiente para demostrar que en la Ciudad no se gestiona
ni para la gente ni para los indigentes ni para los sufrientes vecinos que no
pueden creer que estén sin Subterráneos por el abandono de Macri de su
responsabilidad como titular del transporte público más importante de la CABA.
El
monopolio de Clarín y La Nación le cuidan la espalda (y algo más) al procesado Jefe
porteño con un sospechoso silencio.
Pero hay
otra forma sutil de cuidarlo.
Es la que
emplean algunos medios haciendo compartir la responsabilidad de lo que ocurre por
partes iguales, al PRO, al Gobierno nacional y a los trabajadores.
Esos
periodistas saben que mienten.
Porque saben
que hay un solo responsable: el gobierno de Macri.
Los Subtes
son de la Ciudad y de nadie más. Lo dice una ley. Lo dijo el propio Macri cuando
firmó el traspaso e impuso un tarifazo en los pasajes.
Buenos
Aires está presa de esta pesadilla.
¡Basta ya
Macri!
La cárcel es para los asesinos de Mariano Ferreyra; no
para los ciudadanos.
El Argentino, martes 7 de agosto de 2012
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