miércoles, 23 de mayo de 2012

Una democracia sin coronitas




La Corte Suprema de Justicia puso plazo al Grupo Clarín para que definitivamente cumpla con el artículo 161 de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La desinversión, que le dicen.
La cuenta regresiva ha comenzado. ¡Minuto en el aire! 
El próximo 7 de diciembre, si no surgen otras brujas y fantasmas que interfieran, el monopolio más poderoso del país deberá ubicarse en la fila de los medios de comunicación de la democracia. Como cualquier hijo de vecino. Y no será más monopolio. Claro que aun así será el vecino más rico de la cuadra, por lejos. Pero al menos cumplirá con la ley. Y ya es bastante.
¿Es para festejar? Claro que sí. Pero sin dormirse en los laureles.  
Falta un trecho para llegar a fin de año, falta resolver la llamada “cuestión de fondo” anclada en el despacho de un juez y falta lo principal: que respetar y cumplir la ley, cumplir con la ética del periodismo auténticamente democrático y vivir sin la epidemia de miedo que inyecta Clarín todos los días, empiece a ser una sana costumbre en la Argentina.    
Mientras tanto, la democracia (¡No sólo el gobierno, colegas!) seguirá batallando contra sus poderosos adversarios: las corporaciones.
Son las que se opusieron a la ley de Medios, mandaron a sus legisladores del “Grupo A” a votarla en contra, pidieron su inconstitucionalidad una vez sancionada, presentaron cautelares por aquí y por allá, difamaron, injuriaron y ofendieron a los que apoyaron la norma.
Son los que embarran la cancha todo el tiempo.
Una pregunta a propósito: ¿Quiénes están atrás de la bomba contra la conferencia de Uribe?
A falta de blindados con orugas, cada tapa de Clarín es un trabuco apuntando al corazón de la democracia.
La resolución de la Corte es una muy buena noticia.   
Anuncia el amanecer.
Y por eso mismo no hay que olvidar la mala entraña de un Grupo que es perito en sombras y tinieblas.     
El vicegobernador Gabriel Mariotto, uno de los principales artífices de la ley en vigencia (¡En vigencia! ¡No olvidarlo!), aseguró ayer: “Vamos a vivir una democracia comunicacional como jamás la hemos visto” y agregó: “Nosotros esperamos, siempre ajustándonos a derecho, porque sabíamos que cuando fallara la Corte lo iba a hacer refrendando el texto de una ley que está inspirada en los organismos internacionales de los Derechos Humanos e inspirada en las leyes respecto a la libertad de expresión”.
Finalizó diciendo Mariotto: “Esa metodología generó el texto de esta ley que el Ejecutivo nacional, con el coraje de nuestra presidenta, envió al Congreso después de haber escuchado a todos los sectores sociales”.
En esta democracia nadie tiene coronitas.
En 199 días más, caerá la última que quedaba.  

El Argentino, miércoles 23 de mayo de 2012






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