Y todo quedó más claro.
“Se borró”, dijo el ministro Julio De Vido a su lado.
Y se aclaró más aún la desolación que sufre Buenos Aires.
Mauricio Macri está procesado por varios delitos; el más
resonante es el de las escuchas telefónicas, por el que irá a juicio oral y
público.
Pero acaba de cometer un hecho inhumano y brutal: abandonó
la ciudad que gobierna.
Se lavó las manos con los Subtes de la Ciudad.
Si el Código Penal castiga con prisión de 3 a 15 años según
el daño causado por el delito de abandono de personas, artículos 106, 107 y 108
del Capítulo VI ¿qué pena le correspondería a Macri por dejar abandonadas no a
una ni a dos sino a millones de personas que a diario utilizan ese vital
servicio de transporte público?
La gravedad de lo ocurrido es igual a la suma de varios
delitos: incumplimiento de los deberes de funcionario público y el abandono de
personas, principalmente.
El artículo 404 del Código Penal establece que el delito de
prevaricación lo comete “la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de
su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo,
se le castigará con la pena de inhabilitación especial para la ocupación de
cargo público…”
Y el artículo 409 tipifica el delito de abandono de
servicio: “A las autoridades o funcionarios públicos que promovieren,
dirigieren, u organizaren el abandono colectivo y manifiestamente ilegal de un
servicio público se les castigara con la pena de multa de ocho a doce meses y
suspensión de empleo o cargo público por tiempo de seis meses a dos años”.
No es nuestra intención abordar el desmadre del gobierno del
PRO con el Código Penal en la mano. Pero subleva tanto desparpajo, tanta indolencia
con los ciudadanos, tanta insolencia, que necesariamente hay que encuadrarlas
en la comisión de delitos.
Porque no se trata de un debate político o ideológico. Se
trata de cumplir con la ley de una vez por todas. Y Macri no cumple con la ley
y mucho menos con la primera razón de la política: dialogar y trabajar por el
bien público.
En el año 2007, según uno de los cables difundidos por
Wikileaks nunca desmentidos, Macri declaraba al cónsul político de la embajada
de los EE.UU: “Somos el primer partido pro mercado y pro negocios en cerca de
ochenta años de historia argentina que está lista para asumir el poder”.
A confesión de parte…
Les interesa un comino los trabajadores, los usuarios, las
instituciones y las obligaciones que contrajeron el día que se pintaron de
amarillo para burlarse de la democracia.
En fin; el ladrón cree que todos son de su misma condición.
El Argentino, jueves
17 de mayo de 2012
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