La Presidenta la vio mientras hablaba ayer en la Casa Rosada; la llamó, la abrazó un largo rato y la presentó.
Era Mónica Braña, la chica que apareció en algunas fotografías auxiliando a los heridos de la tragedia ferroviaria en Once.
Venía en uno de los últimos vagones, cayó al piso por el impacto del choque, se incorporó y empezó a mostrarse tal cual es: solidaria, militante, enfermera, enteramente humana.
Escuchémosla.
“Cuando podemos levantarnos, veo un chico con un pierna quebrada y una mujer herida. Entonces digo a los que están bien que dejen lugar para la gente lastimada…voy a buscar ayuda. Camino por la vía hacia la cabecera del tren y ahí comienzo a ver que era un desastre: la gente saltaba de los vagones como podía…Cuando llego a los primeros vagones, era terrible: un chico con medio cuerpo afuera; otros apretados contra la ventanilla. Gritos y más gritos. En el aire, olor a terror.
Subo al segundo vagón y un policía está tirando de los brazos a un hombre que quedó entre los hierros retorcidos y las personas. Le digo que no lo haga, por que puede ser peor, por la columna vertebral…Ves la sangre, estás sobre la sangre pero eso no importa, no importa sino la vida… Había un chico, abajo…Un pibe que pudo ya estar muerto pero no podes pensar sino en la vida. Y tampoco es pensar…Es ser, ser para quien te necesita…
…Lo cierto es que se evacuaron 800 personas en dos horas. Digo personas y me molesta. Eran compañeros, compañeras, hombre viejos, chicos, madres.
…Esto es lo que vale ser. Ser solidario es una expresión. Vivir solidaridad es algo que te marca. Es el alma que está en juego y tienes el aviso, de algún lado la mente te dice: esto soñaste ser.
No es que pensaba. Es sentir. Al margen del dolor y la muerte, verse en el codo a codo con tantos hermanos, sentir que te preparaste para eso, como un mandato, algo muy profundo. Ser solidario, ser el otro cuando el otro te necesita…ese es el mundo que soñamos, por el cual venimos luchando.
Ahora…una comprende que para eso se venía preparando, no para un accidente, sino para dar pelea, para dejar atrás el individualismo y ser todos. Que estuviste en medio de la muerte y pensaste en el otro, en ayudar…Ya sabemos, los medios son capaces de intentar borrar la verdad, lo solidario y montarse sobre el odio. Son así. A mí me queda el saber que soy, que somos, y muchos, capaces de ser el otro cuando el mundo se oscurece”.
Un país que se parezca a Mónica es el país que presentó ayer Alicia Kirchner junto a la Presidenta.
Quizás este ejemplo de vida en medio de tanta muerte esté anunciando el parto de una nueva sociedad más justa, solidaria, inclusiva, más humana.
Que así sea.
El Argentino, miércoles 29 de febrero de 2012
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