miércoles, 8 de febrero de 2012

Malvinas y nosotros, los argentinos



El calor, más que abrazador, era fulminante.
Pero la expectativa por el discurso de la Presidenta era tanta que nadie se acordaba de la temperatura.
Los pibes de La Cámpora no paraban de cantar adentro y afuera de la Casa Rosada:
“¿Qué te pasa pirata? no te olvides del encadenado
Cuando Mansilla y Rosas te la dieron allá en Obligado.
¿Qué te pasa pirata? Acordate del agua hirviendo
Cuando acá en Buenos Aires todo el pueblo te sacó corriendo.
Yo pirata no me olvido de Malvinas, ohhh...
Me acompaña toda América Latina, ohhh…
Yo pirata no me olvido de Malvinas, ahí nuestros pibes dieron su vida,
¡Las Malvinas, son argentinas!”
La causa por la soberanía de las Islas es la única que genera estas vivencias que hoy volvemos a sentir, nosotros, los argentinos.
Es el ADN constitutivo de nuestra identidad como pueblo y como nación.
Es nuestro horizonte patrio. Por eso puede juntar a sectores tan diversos, como ocurrió ayer.
Es la causa nacional por excelencia.
Cuando la Presidenta ingresó al Salón de los Patriotas Latinoamericanos, la ovación y la consigna fueron una sola: “Malvinas, Malvinas, la lucha no termina”.
La presencia de los ex combatientes fue saludada con un calor superior al que marcaba el termómetro.
El decreto leído es una reparación histórica. Exponer públicamente el Informe Rattenbach es curar heridas, reparar injusticias, despertar la memoria de nosotros, los argentinos.
A las 19,26 pudimos a ver a la Presidenta de los 40 millones de argentinos, acompañada por un mural con nuestras Malvinas.
“Memoria, verdad y justicia, más democracia y soberanía son el exacto lugar de esta causa”, señaló Cristina.
“Soberanía popular como requisito de la soberanía nacional”. Desde allí habló la Presidenta.
Desde la historia de la resistencia contra las invasiones ingleses en 1806 y 1807, del despojo colonial en Malvinas en 1833, hasta el heroísmo del Gaucho Rivero, aquel argentino que murió peleando contra la flota anglo-francesa en la Batalla de la Vuelta de Obligado.
Desde la defensa de nuestros recursos naturales y desde la América Latina.
Cristina habló con pasión, pero con la razón de una estadista. Y desde allí expresó que instruyó al Canciller Timerman para que presente formal protesta ante la Asamblea General de las Naciones Unidas por la militarización de Inglaterra en el Archipiélago.
“Las Malvinas no son un trofeo de guerra de los colonialistas”, agregó.
El anuncio del Hospital para los Ex Combatientes precedió a la interpelación a Cameron para que le de una oportunidad a la paz.
Honor y gloria a nuestros caídos, dijo, mientras afuera, los pibes la esperaban para saludarla y cantar con ella: No nos han vencido.

El Argentino, miércoles 8 de febrero de 2012

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