Ayer se inscribieron finalmente las alianzas partidarias que competirán por la Jefatura del gobierno porteño.
Las cartas ya están echadas.
Que no se vengan a desdecir ahora las profusas editoriales de Clarín y La Nación que venían alentando la idea que la elección en la Ciudad adelantaba el mapa y los posibles resultados de la elección nacional.
Lo mismo vale para la dirigencia opositora a Cristina que repetía como loros ese mismo argumento. Desde Macri a Solanas, ida y vuelta.
¡Agarrate Catalina si es así!
¿Por qué lo decimos?
Porque el kirchnerismo y el espacio del progresismo quedaron absolutamente unificados con la ejemplar conducta de los dirigentes de ese espacio. Todos irán unidos atrás de quien resulte finalmente el candidato a Jefe de la Ciudad por el Frente para la Victoria.
Tomada, Boudou o Filmus.
Para ellos valió más la unidad en torno a unir la Ciudad con el proyecto de país que representa Cristina Fernández de Kirchner, que las mezquindades propias de la vieja política.
Pero de allí hacia la derecha todo quedó absolutamente fragmentado.
Un primer dato: al Frente para la Victoria lo apoyarán 10 partidos políticos mientras que a la Unión Cívica Radical…ninguno.
Un segundo dato concreto y objetivo: El Frente para la Victoria porteño es el único conglomerado partidario, con chances ciertas de ganar en la Ciudad, que representará un proyecto nacional con vistas a las elecciones nacionales de octubre. Ni Solanas ni Macri tienen a nadie que los represente en el orden nacional. Tendrán mas adelante un rejunte de emergencia, posiblemente; pero un rejunte no es igual a un proyecto político coherente.
Un tercer dato: el macrismo no pudo sostener la alianza con el peronismo federal ni con Felipe Solá ni con Duhalde ni con De Narváez.
Sólo lo acompañan dos sellos de vieja prosapia aristocrática: el partido Demócrata y el Demócrata progresista.
Que mal te veo, Mauricio.
Un cuarto dato: la candidatura de Solanas es acompañada por sectores que en los últimos años tienen exclusivamente representación en otras provincias, pero no en la Ciudad. Ejemplo: el Gen bonaerense de Margarita Stolbizer y el socialismo santafesino de Hermes Binner.
Y lo que es peor: no podrán evitar que se asocie la conducta de Solanas con la de Macri “bajando” juntitos a la Ciudad por desertar de sus publicitadas candidaturas nacionales.
Por último: el otro que termina de caer por la rejilla es Alfonsín.
Es penoso ver a un candidato nacional que ni siquiera puede armar un frente político en la Ciudad vidriera del país.
Y una pregunta letal para sus aspiraciones: ¿su candidata radical porteña responde a la UCR o al Grupo Clarín?
¡Nos vemos!
Publicado en El Argentino del 12 de mayo de 2011
No hay comentarios:
Publicar un comentario