martes, 3 de mayo de 2011

Entre la paz y el incendio

¿Quiénes fueron los que ayer quemaron los trenes y sabotearon las vías del ferrocarril “Sarmiento”?
¿Quiénes pusieron en riesgo la vida de los pasajeros que viajan, maltrechos y hacinados, en ese servicio público?
No fueron pasajeros enojados.
Así lo comprueban los testimonios recogidos en el mismo lugar del desgraciado suceso.
La historia enseña que los trabajadores no se suicidan.
Habrá que investigar a fondo las causalidades de estos hechos, la responsabilidad que le cabe a la empresa subsidiada y las curiosas “casualidades” señaladas por el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández.
De igual modo, podríamos seguir preguntándonos:
¿Quiénes son los que se niegan a cumplir con la ley de medios de la democracia y a poner en el aire a Paka Paka y a CN 23?
El contraste es realmente dramático entre quienes pretenden incendiar el esfuerzo colectivo de los argentinos y un gobierno nacional que puja día a día por profundizar un modelo de país que, por lejos, mejora la vida de los ciudadanos, sin distinción de banderías.
Habrá que estar alertas ante tanto impotente suelto.
Cuando las minorías, del signo que sean, se quedan sin argumentos, suelen apelar a la primera piedra que tienen a mano. O al primer fósforo que enciende la mecha.
El encuentro entre la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner y el Consejo Directivo de la CGT encabezado por Hugo Moyano es una ventana abierta para mirar y valorar un país que se construye dialogando y trabajando por el bien común.
El encuentro del ministro Florencio Randazzo con los integrantes de la comunidad Qom es otra ventana abierta.
El trabajo intensivo que viene realizando la AFIP conducida por Ricardo Echegaray, denunciando el trabajo esclavo e investigando el saqueo de grandes corporaciones por evasión de impuestos, es otra ventana que oxigena a la democracia.
El masivo acto de los trabajadores en la Avenida 9 de Julio por el 1º de Mayo, con medio millón de personas movilizadas y sin que hubiese ningún incidente, es otra gran ventana para apreciar esta Argentina de paz que empezó a construirse desde el 2003.
Vale entonces recordar el reciente mensaje de la Presidenta a los trabajadores:
“La historia compañeros se cuenta sola, solo hay que saber mirarla. Hoy los trabajadores se movilizan para recordar el primero de mayo en un país absolutamente diferente, inimaginable para todos ocho años atrás. Un país que ha vuelto a ser nación, pueblo y patria. Un país que ha retribuido derechos; un país que ha construido nuevas igualdades; un país que sigue incluyendo, reparando tantas décadas de inequidad e injusticia; un país que necesita seguir creciendo, produciendo, trabajando”
Por allí pasa la vida.


El Argentino, martes 3 de mayo de 2011

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una formación del ex Ferrocarril General Roca dejó un vagón abandonado en la estación de mi pueblo. Me pasé dos horas tratando de prenderle fuego con un encendedor: empecé por los asientos, traté con el tapizado de las paredes, incluso metí unos diarios entre partes supuestamente combustibles. Nada. No se quema.

No se incendian si no es con nafta, que al menos uno de cada cinco pasajeros lleva en sus bolsos, mochilas o maletines. Si uno no va en auto, el único líquido que lleva es un tetra o una coca. No lleva nafta.

El otro día, por pura casualidad, había un tipo que llevaba nafta en un tren parado en Ciudadela. Y otro más en Ramos Mejía, no sé si otro más en otro tren. Una coincidencia es una coincidencia; dos coincidencias son una mentira, decía mi vieja (tras la reflexión, alguno de mis hermanos la ligaba; o yo).

No estuve ahí, no escuché a nadie que haya estado ahí. Pero el que le prendió fuego ya lo había decidido el día anterior, y lo había decidido con otros. TN y otros medios del mismo palo siguen diciendo que eran pasajeros indignados.

Es un juego de potenciación mutua entre tres grupos que no están coordinados, pero que cuentan necesariamente con lo que va a hacer el otro: el que paró el tren, el que le prendió fuego y el que lo contó en los medios.

Marcelo

PD: la primera frase es una metáfora, pero de verdad me subí al vagón a buscar materiales combustibles que se prendieran sin nafta. No hay.