viernes, 27 de mayo de 2011

Apuntes para el fin de semana

La Semana de Mayo que hoy culmina estuvo cargada de significados.
La presencia de Néstor Kirchner en la memoria enarbolada masivamente en calles y plazas, fue uno de ellos.
Una Plaza de Mayo repleta de pueblo celebrando el 25; la multitud concentrada en el Acto realizado en Resistencia; la homilía del obispo chaqueño; los distintos actos patrios a lo largo y ancho del país; la apertura oficial del Museo del Bicentenario, más la inauguración de una planta industrial automotriz en Campana, constituyen datos duros que resignifican nuestra democracia.
El país es un colmenar en plena tarea. Por eso festejó el cumpleaños de la patria con un fervor que conmueve.
Un párrafo destacado merece el Congreso inaugural del Centro de Estudios Estratégicos para la Defensa, en el marco de la UNASUR, presidido ayer por el ministro Arturo Puricelli. Abre un horizonte de solvencia democrática y plena soberanía para toda la región. Sugerimos la lectura de la Conferencia inaugural de Alfredo Forti y la de Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia.
El Acto en la Galería de los Patriotas Latinoamericanos encabezado por la Presidenta, es una clara referencia que apuntala y profundiza nuestra mirada latinoamericanista. En ese mensaje presidencial está nuestro destino americano.
En cambio, en la orilla opositora, todo es sinuoso y confuso.
La oposición, en general, sigue chamuscada con su propio fuego. Hacen y deshacen alianzas con una facilidad escandalosa.
¿Cuándo entenderán que la verdadera calidad institucional que tanto declaman empieza por casa?
La transformación estructural por la que atraviesa el país es tan profunda que si antes se decía que “el peronismo es imposible de entender”, hoy resulta ser el movimiento político más previsible para la ciudadanía, mientras que la que resulta inentendible es la oposición, sea conservadora o de la progresía.
Cuando asumió la presidencia, Néstor Kirchner se propuso sacar a la Argentina del infierno en que la habían sumido las políticas neoliberales y los políticos que gerenciaban la democracia en representación del poder económico-mediático.
¿Cómo estamos hoy después de 8 años de gobierno nacional, popular y democrático?
Es de pura honestidad reconocer que estamos mejor objetivamente en todos los indicadores de la macro y la micro economía. Crece el empleo y la producción como no creció jamás.
Estamos mejor en términos sociales y culturales y así lo demuestran los miles de jóvenes que se incorporaron generacionalmente a la participación política.
Sería felizmente interminable la lista de logros conquistados por el conjunto de la sociedad.
El país salió del infierno. La oposición, no.



El Argentino, viernes 27 de mayo de 2011

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