lunes, 23 de marzo de 2009

EDUCANDO A DE ANGELI Y COMPAÑÍA

La riqueza, sin límites, los tenía calmos. Pero enfurecieron el día que el Gobierno entendió que se estaban apropiando de una renta que pertenece al pueblo argentino.
El nuevo lock-out patronal de la Mesa de enlace y los cortes de ruta dispuestos, se fundamentan, según los ruralistas sojeros, en dos negativas.
La del Poder Ejecutivo en aceptar rebajar o anular las retenciones a la soja, y disponiendo en cambio, que el 30 % de lo recaudado en tal concepto, el Estado nacional lo coparticipará solidariamente con las provincias y los municipios, para que ese Fondo sea destinado a escuelas, viviendas, hospitales y obras públicas, atendiendo las necesidades de los sectores más humildes en cada rincón del territorio.
La segunda negativa, argumentan, es del bloque oficialista y otros bloques del Poder Legislativo para dar quórum en la sesión especial solicitada por las bancadas opositoras de la derecha parlamentaria, con igual motivo.
Para el primer caso, diremos que en un sistema democrático, es el gobierno elegido por el voto popular el que elabora y ejecuta las medidas que expresan el modelo de país plebiscitado y apoyado por las mayorías. Cuando es el primer mandatario o mandataria quien se involucra personalmente en la resolución de un conflicto, el diálogo ingresa en su etapa de mayor jerarquía institucional. En general, los sectores democráticos valoran este gesto y se atienen a respetar, aunque no compartan las medidas, las reglas de juego de toda democracia, sin entrar en franca rebeldía anticonstitucional.
La posición de la Presidenta, en este caso puntual, responde a varios fundamentos, tres los cuales consideramos de mayor importancia: Conservar la fortaleza fiscal de la nación argentina en medio de la mayor crisis internacional del capitalismo; profundizar el modelo de desarrollo con inclusión social, lo que implica una política de redistribución del ingreso de manera equitativa entre todos los sectores sociales, particularmente con las franjas más humildes; y por último, frenar el proceso del monocultivo sojero, para estimular un modelo con diversidad alimentaria y productiva que permita entrar rápidamente en la industrialización de nuestros productos primarios, con generación de más empleo y consumo interno.
Para el segundo caso, diremos que la negativa a dar quórum por parte de los legisladores que responden a distintos bloques identificados o no con el Gobierno, es parte de la práctica legítima del sistema democrático. Según el Reglamento y la experiencia de la Cámara de Diputados de la Nación, los legisladores están obligados a asistir a todas las sesiones ordinarias, pero en aquellas sesiones llamadas especiales, convocadas o por resolución de la Cámara, a petición del Poder Ejecutivo o por un número no inferior a diez diputados, quienes deben conformar el quórum son los peticionantes de las mismas. Va de suyo que si los opositores del Gobierno nacional intentan lograr por la vía parlamentaria lo que no consiguen por el Ejecutivo, son ellos los responsables de instrumentar la estrategia y de ningún modo los diputados que comulgan los mismos criterios con el Gobierno. Con el argumento que De Angeli y compañía emplean, van a llegar a decir, no se extrañe, que los cortes de rutas son minoritarios porque los diputados oficialistas se niegan a realizar los piquetes.
La Presidenta, como cualquier ciudadano y ciudadana, bien pudo decir, vayan al Congreso a intentar con los opositores lo que con este proyecto gobernante no van a lograr.
Está visto que el sistema democrático no es lo suyo. La Constitución Nacional tampoco. Cortan las rutas con la displicencia del que despliega la reposera en el patio de su casa, y allí se quedan. Violan la ley y la convivencia social cual si fuera una gimnasia de combate de tiempo completo. Nos bombardean mediáticamente con sus apariciones discursivas inflamadas de crispación y de odio. Cambian de eje argumentativo con la plasticidad de un hipopótamo y no se ruborizan. Están acostumbrados a mandar. Son los capangas de la soja y todos los demás, los mensúes del nuevo siglo que sólo deben obedecer.
Hay que volver a recordarles, que el Congreso no es la CAL (Comisión de Acción Legislativa) de la dictadura, que los diputados son representantes libres y soberanos del conjunto del pueblo y no de la corporación sojera y por si no lo aprendieron aún, que estamos en democracia.
(El Argentino. 23.03.09)


2 comentarios:

Ester Lina dijo...

Muy claro su artículo. Es cierto. La Democracia tiene sus normas, y no hay una que estos ruralistas no contradigan... Hablan en nombre de "la gente" pero desconocen el mandato popular de las últimas elecciones... entonces ¿qué gente?
Saludos!
Como siempre, muy bueno su blog!!!

Anónimo dijo...

excelente te dejo un blog, te vas a cagar... de risa.

http://todosgronchos.blogspot.com/index.html


saludos.