jueves, 26 de marzo de 2009

HOY EN EL SENADO VOTAMOS TODOS

El alma de Lisandro De la Torre, sigue ocupando su vieja banca en el Senado. Denuncia a las corporaciones patronales rurales, sus pactos odiosos, sus egoísmos, su violencia de clase. Atentaron contra su vida, mataron a su amigo Enzo Bordabehere, lo calumniaron, lo insultaron. Pero los titulares decían que el violento era Lisandro. La misma técnica perversa de siempre.
Hoy votamos todos los argentinos en el Senado, para que podamos resolver rápido el modelo de país que queremos. Y hay una sola forma de hacerlo: votando en elecciones libres y democráticas. Es preferible este método antes que la violencia instalada por los sectores del privilegio. Es parte de nuestra cultura cívica y de la génesis del movimiento popular, de Irigoyen a Perón, de Perón a nuestros días.
Cuentan que la noche del 17 de Octubre de 1945, con la Plaza de Mayo colmada de trabajadores, alguien le susurró a Perón la conveniencia de tomar el gobierno en ese mismo instante y el líder rescatado le respondió “si llegamos a ganar el gobierno, siempre será con el voto del pueblo, no con la fuerza”.
El pueblo no golpea otra puerta, que no sea la del cuarto oscuro.
Hay que acortarle el tiempo a los violentos.
Una palabra ofensiva hiere más que un cuchillo afilado.
Un piquete rural que impide el paso de una ambulancia, directamente mata.
Natalio Porta era el jefe del Correo de Alejo Ledesma, un pueblo distante a 160 kilómetros de Villa María, en Córdoba. Con un cuadro de urgencia era trasladado en ambulancia para su atención en la ciudad de Río Cuarto. Pero no pudo llegar a tiempo para salvar su vida. Se lo impidieron los cortes que los patrones rurales hacían sobre distintas rutas de la provincia el año pasado.
Gisela Bunchich, de apenas 19 años, era trasladada grave el lunes pasado en una ambulancia conducida por Marcelo Obregón, chofer del Hospital de Villa Berthet, Chaco; cuando vio el piquete rural, encendió la sirena y puso las luces de emergencia para que abrieran paso. Pero se negaron a hacerlo. Momento después, Gisela estaba muerta.
¿Quién repara estas muertes ahora que ya es tarde?
Los humildes nunca matan. Los matan. El Oso Cisneros, Kosteki y Santillán, están allí para demostrarlo con su sangre y el eterno dolor de sus compañeros y familiares.
Amenazas con armas de fuego en pleno corte de ruta, coronan de algún modo las que realizan los principales dirigentes de la patronal rural cuando intimidan públicamente a legisladores y funcionarios con absoluta impunidad.
Queremos creer que las palabras de la jerarquía eclesiástica llamando al diálogo y la amistad social y a evitar la confrontación que propicie la violencia, están dirigidas a estos hechos violentos que lastiman al conjunto de la sociedad, pero particularmente a quienes son las víctimas.
Estas actitudes son generadas por aquellos que no quieren dejar de ganar las fortunas que ganaron en todos estos años y que gracias al movimiento ascendente del dólar, a la sequía localizada en campos que no son sojeros, al incremento del cultivo de soja en el último año, hoy lo siguen haciendo. Es falso que estén a pérdida. Se niegan a diversificar sus cultivos, precisamente, por esa fortuna amasada con la soja transgénica y por no querer compartir la redistribución equitativa del ingreso.
Sin avalar lo realizado, pero ¿cómo puede decir Elisa Carrió que Emerenciano Sosa, el albañil que lidera el Movimiento de Trabajadores Desocupados del Chaco, utiliza la violencia por pintarle el frente de su casa? ¿Y cómo puede atribuirle ligeramente la responsabilidad a grupos kirchneristas, cuando Sosa públicamente se manifiesta no oficialista? ¿Cómo no pide perdón por esta irresponsabilidad que comete estimulando la violencia social con cada aparición pública?
Los que hieren con la palabra no resisten un archivo largo, de cuando fueron funcionarios, no cómplices, de la dictadura, ni un archivo corto, de cuando hace menos de un año, reclamaban la coparticipación federal de las retenciones a la soja y hoy se rasgan las vestiduras, como Gerardo Morales, oponiéndose a las medidas gubernamentales que van en el mismo sentido de lo que ellos reclamaban hace menos de un año. Allí están los principales diarios con sus declaraciones. Toda un tesis sobre las contradicciones.
Hay que oponer el mandato popular a los que cortan el paso a la democracia y a la vida. Para que no haya nunca más otro Natalio ni otra Gisela.


(El Argentino. 26.03.09)

2 comentarios:

Tani dijo...

Y con 42 votos empezamos a mostrarles despacito despacito cómo hacemos las cosas, compañero. La otra parte se les viene el 28 de junio

LeoAbsurdo dijo...

42 a 25. Lapidario.