La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner anunció la creación de un Fondo Federal Solidario, basado en la coparticipación directa de los derechos de exportación de la soja. Anunció más solidaridad y de inmediato, provocó la ira del egoísmo.
Decíamos ayer que entramos en tiempos de vísperas, que avanzamos hacia el paraíso o retrocedemos al infierno. La democracia está latiendo y eso es bueno para el pueblo. Tres conceptos en uno: la solidaridad social sigue siendo la respuesta a los coletazos inevitables de la crisis internacional; el anuncio va en la dirección de consolidar el país federal y por último, el modelo es inclusivo, pero en términos federales, no unitarios. Hoy los pueblos del interior profundo sabrán que hay un concepto de Nación que entiende su razón de ser en el territorio provincial y municipal. Por eso comparte lo que tiene entre todos. Es una medida de carácter estructural, porque lo ingresado por las retenciones a la soja, se destina directamente en un 30 % del total, a los estados provinciales y municipales. Esos 6.520 millones de pesos serán destinados a mantener el empleo, sostener y construir escuelas, viviendas, agua potable, cloacas y todas aquellas áreas que compongan la infraestructura social de la Argentina en toda su profundidad y extensión.
“La Patria somos todos”, dijo Cristina. Y en el barrio sintieron que no estaban solos. El Estado está en plena acción. Del otro lado, el egoísmo de los sojeros, de los que abultaron sus riquezas en estos últimos años y de los vetustos dirigentes opositores, hizo oír su queja. Cuando no. Reclamaban más federalismo, pero en verdad pretendían quedarse con todos los ingresos. Así no vale. Si hay algo que aprendimos los argentinos, es que el mercado siempre privatiza sus ganancias y socializa sus perdidas. Por eso, el valor que tiene esta medida radica justamente en que la riqueza se comparte y el que lo garantiza, es el propio Estado argentino. Nunca más los dioses del mercado.
Volvió el Estado y volvieron los cortes de rutas de un puñado de empresarios rurales que no entienden o no quieren entender qué cosa es la democracia.
Estaban enojados, decían, porque el bloque del oficialismo en la Cámara de Diputados no dio quórum en la sesión especial de ayer convocada por la oposición para tratar la rebaja y hasta la anulación de las retenciones a la soja. ¿Y qué obligación tenía el bloque oficialista? Ninguna, porque no fue el que la convocó. Cualquier bloque legislativo puede juntar diez firmas y solicitar una sesión especial. Ahora bien, es ese bloque el que tiene que garantizar el quórum necesario para debatir y el que debe ingresar por la Comisión respectiva el proyecto que le interesa tratar. Fue lo que pasó con la sesión convocada por el Frente para la Victoria para tratar el proyecto que adelanta las elecciones al 28 de junio próximo. Garantizaron ellos los 129 diputados para poder sesionar. Todos debemos aprender que ser ciudadanos y ciudadanas de la democracia, requiere respetar las reglas de juego de esa democracia, en primer lugar. ¿No sería más coherente que los patrones rurales y en especial los pequeños y medianos productores le hagan un piquete a la Mesa de Enlace y a los partidos de la oposición, por conducirlos equivocadamente hasta acá? Allí debieran hacer oír sus quejas por haber instrumentado a través del voto de Julio Cobos la negativa al proyecto del gobierno de segmentar las retenciones y el subsidio por gastos de fletes que estaban contemplados en la Resolución 125, sí, la que fuera derrotada en el Senado.
Ayer, en el Congreso, montaron una puesta en escena de la oposición política. ¿Por qué se dejan usar y manipular de esa manera, por dirigentes de la Mesa de enlace que ya están anotados en la grilla de candidatos para las próximas elecciones? Cuando la Presidenta les reafirma la decisión de cuidar el ingreso de todos los argentinos y les sugiere que vayan al Congreso, simplemente estaba corriendo las cortinas para entender cómo funciona una democracia. No se estaba comprometiendo hacer en el Legislativo lo que no hace en el Ejecutivo.Más Federalismo, más redistribución del ingreso, más Estado solidario ¿a esto también se opondrán? Si fuese así, les darán la razón a quienes piensan que en el fondo lo único que quieren es quedarse con toda la recaudación en sus bolsillos privados. ¿Será así nomás?
Decíamos ayer que entramos en tiempos de vísperas, que avanzamos hacia el paraíso o retrocedemos al infierno. La democracia está latiendo y eso es bueno para el pueblo. Tres conceptos en uno: la solidaridad social sigue siendo la respuesta a los coletazos inevitables de la crisis internacional; el anuncio va en la dirección de consolidar el país federal y por último, el modelo es inclusivo, pero en términos federales, no unitarios. Hoy los pueblos del interior profundo sabrán que hay un concepto de Nación que entiende su razón de ser en el territorio provincial y municipal. Por eso comparte lo que tiene entre todos. Es una medida de carácter estructural, porque lo ingresado por las retenciones a la soja, se destina directamente en un 30 % del total, a los estados provinciales y municipales. Esos 6.520 millones de pesos serán destinados a mantener el empleo, sostener y construir escuelas, viviendas, agua potable, cloacas y todas aquellas áreas que compongan la infraestructura social de la Argentina en toda su profundidad y extensión.
“La Patria somos todos”, dijo Cristina. Y en el barrio sintieron que no estaban solos. El Estado está en plena acción. Del otro lado, el egoísmo de los sojeros, de los que abultaron sus riquezas en estos últimos años y de los vetustos dirigentes opositores, hizo oír su queja. Cuando no. Reclamaban más federalismo, pero en verdad pretendían quedarse con todos los ingresos. Así no vale. Si hay algo que aprendimos los argentinos, es que el mercado siempre privatiza sus ganancias y socializa sus perdidas. Por eso, el valor que tiene esta medida radica justamente en que la riqueza se comparte y el que lo garantiza, es el propio Estado argentino. Nunca más los dioses del mercado.
Volvió el Estado y volvieron los cortes de rutas de un puñado de empresarios rurales que no entienden o no quieren entender qué cosa es la democracia.
Estaban enojados, decían, porque el bloque del oficialismo en la Cámara de Diputados no dio quórum en la sesión especial de ayer convocada por la oposición para tratar la rebaja y hasta la anulación de las retenciones a la soja. ¿Y qué obligación tenía el bloque oficialista? Ninguna, porque no fue el que la convocó. Cualquier bloque legislativo puede juntar diez firmas y solicitar una sesión especial. Ahora bien, es ese bloque el que tiene que garantizar el quórum necesario para debatir y el que debe ingresar por la Comisión respectiva el proyecto que le interesa tratar. Fue lo que pasó con la sesión convocada por el Frente para la Victoria para tratar el proyecto que adelanta las elecciones al 28 de junio próximo. Garantizaron ellos los 129 diputados para poder sesionar. Todos debemos aprender que ser ciudadanos y ciudadanas de la democracia, requiere respetar las reglas de juego de esa democracia, en primer lugar. ¿No sería más coherente que los patrones rurales y en especial los pequeños y medianos productores le hagan un piquete a la Mesa de Enlace y a los partidos de la oposición, por conducirlos equivocadamente hasta acá? Allí debieran hacer oír sus quejas por haber instrumentado a través del voto de Julio Cobos la negativa al proyecto del gobierno de segmentar las retenciones y el subsidio por gastos de fletes que estaban contemplados en la Resolución 125, sí, la que fuera derrotada en el Senado.
Ayer, en el Congreso, montaron una puesta en escena de la oposición política. ¿Por qué se dejan usar y manipular de esa manera, por dirigentes de la Mesa de enlace que ya están anotados en la grilla de candidatos para las próximas elecciones? Cuando la Presidenta les reafirma la decisión de cuidar el ingreso de todos los argentinos y les sugiere que vayan al Congreso, simplemente estaba corriendo las cortinas para entender cómo funciona una democracia. No se estaba comprometiendo hacer en el Legislativo lo que no hace en el Ejecutivo.Más Federalismo, más redistribución del ingreso, más Estado solidario ¿a esto también se opondrán? Si fuese así, les darán la razón a quienes piensan que en el fondo lo único que quieren es quedarse con toda la recaudación en sus bolsillos privados. ¿Será así nomás?
(El Argentino. 20.03.09)
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