jueves, 12 de marzo de 2009

DEL CINISMO NO SE VUELVE

No es fácil debatir democrática y razonablemente en la Argentina. Pero habrá que seguir insistiendo. Si una buena parte de los periodistas más famosos, mienten y deforman la realidad para acomodarla al servicio de los intereses económicos que representan, si otra buena parte de los dirigentes políticos opositores exhiben un cinismo y una desmemoria que no sabe de vergüenzas, si la dirigencia empresaria rural no sabe dialogar sino apretar a la sociedad y al gobierno democrático para imponer sus objetivos, ¿qué les queda a los ciudadanos de a pie? ¿Estos son los ejemplos a seguir, mintiendo, deformando, imponiendo?
Son tan racistas con sus propios compatriotas, como lo fue esa hinchada de fútbol con los hermanos de Bolivia y Paraguay. Sólo que con más poder. Y ese es el peligro para la democracia.
Un debate es válido en tanto se tenga un mínimo respeto por la verdad, por el adversario circunstancial, por el que no piensa igual, por la ciudadanía ávida de transparencia.
Pero los diarios tradicionales y muchos noticieros y programas políticos de la televisión, mutaron en tribunas de odio, verdaderas barricadas opositoras que endilgan al gobierno actual las tropelías que ellos cometieron y cometen. Es el viejo truco de la mentira planificada. Crean una realidad ficticia, artificial, antojadiza y salen a venderla con grandes titulares, eso sí, envasados al vacío. Y en la chabacanería insultante y burlona, chapucera y mendaz.
Tienen oficio y experiencia en estos asuntos. Cuando acusan de violento a alguien es porque los violentos son ellos, cuando dicen que no se respetan las instituciones, son ellos los que no lo hacen. Ya no podemos ni debemos confundirnos. No se trata de puntos de vista contrarios, sino de cuidar la verdad, aunque duela. No es necesario comulgar con el gobierno para observar que buscan dañar la confianza en este modelo, que tiene sus pilares en la defensa del empleo, la producción nacional y la equidad social.
En realidad, encubren el rechazo visceral a las políticas de redistribución del ingreso, las relaciones profundas con América Latina, el juicio a los genocidas, la inclusión social, la vuelta de un Estado fuerte y soberano.
Es escandaloso el cinismo de Gerardo Morales, ex ministro de De la Rúa. ¿Se olvidó el senador radical quiénes fueron Mauro Ojeda y Francisco Escobar? Se lo recordamos. Fueron los primeros muertos de la represión de su gobierno, contra la pueblada correntina en el puente Corrientes- Chaco, el 17 de diciembre de 1999. ¿Se olvidó de Carlos Almirón, Gastón Rivas, Gustavo Benedetti, Jorge Cárdenas y la treintena de muertos, dos años después, en la pueblada del 19 y 20 de diciembre de 2001, mientras Fernando de la Rúa huía en helicóptero de la Casa Rosada? No estamos abriendo juicio. Estamos diciendo la triste verdad de lo ocurrido. Sin embargo, ayer conocimos una carta del presidente del partido radical, Gerardo Morales, dirigida al ex Presidente Néstor Kirchner, en cuyos párrafos le aconseja “racionalidad y mesura”, que “cuando se está arriba se debe aprender a dialogar”, aunque admitiendo, “yo se lo que significa convertirse en una secta”. Las balas que mataron a tantos argentinos durante el final de su gobierno y la represión infame y cobarde a las Madres de Plaza de Mayo, tirándole los caballos encima y apaleándolas en su Plaza, ¿fueron ordenadas con la mesura y racionalidad del gobierno de Gerardo Morales? ¿Así dialogaban desde arriba las filas gobernantes del señor Morales?
Rebela el corazón y la razón, asistir al triste espectáculo de una dirigencia enancada en el conflicto rural y en la defensa de los multimedios, sin escatimar precios ni honra.
De este cinismo no se vuelve. Tampoco del facilismo cruel de la horda de ricos y famosos que hoy salen a promocionar la pena de muerte con el argumento de que “cuando te toca cerca, la ves más clara”. Debieran recordar, que muchos de los familiares que hoy sufren el dolor lacerante causado por delincuentes y asesinos que violan todas las reglas de la humanidad, están pidiendo justicia, y no la muerte. Y por si lo olvidaron, en este país la dictadura desapareció a treinta mil personas, asesinó y torturó a otros tantos miles y no hubo padres, hermanos, hijos, abuelas o madres, que salieran a pedir la muerte de los genocidas. Sólo exigen justicia, verdad y memoria.
Al orden impuesto por la muerte, se le responde siempre con el valor de la vida. Siempre.
(El Argentino. 12.03.09)

4 comentarios:

C.A.T. dijo...

Excelente Jorge.

Unknown dijo...

Jorge, sos una verguenza.

Anónimo dijo...

Espectacular (lástima los comentaristas pelotudos que a veces aparecen para tratar de arruinarte una nota, como Ramiro).

Lo de Morales ya como que me saturó. Me quedo con la biaba que le dieron en Radio Del Plata Barone y Lopez Foresi. Pero lo que decís mas arriba es tan cierto... mucha gente actúa como los medios y la oposición porque en realidad hay una suerte de interés común, se identifican como una misma clase. Son mentirosos, mezquinos y falaces. Hablan de pagar impuestos que evaden, quieren libertad de mercado pero exigen al gobierno respuestas ante el primer bache, el robo en la esquina o el semáforo que tiene una luz que no funciona.

Me dan vergüenza ajena algunos ciudadanos de mi pais, y eso me apena.

Anónimo dijo...

Estoy en un todo de acuerdo con Jorge, por fin puedo leer algo con fundamento, estoy cansada de escuchar y leer incoerencias y falta de respecto al pueblo es un insulto de estos señores que quieren volber a querer gobernar el pais, yo apoyo a mi presidenta estoy de acuedo con las medidas que implementa. Y gracias Jorge otra ves.