Un día como hoy, 12 de julio, en distintos tiempos y
geografías, nacieron Juana Azurduy, Pablo Neruda, Hipólito Yrigoyen y René
Favaloro.
Por esos ilustres nombres alumbró lo mejor de la historia latinoamericana.
La lucha por la Independencia de la Patria Grande.
La poesía en boca de los pueblos.
El mandato democrático del primer voto popular.
El compromiso con la medicina social.
Nuestro continente, con sus pueblos y sus legítimos
gobiernos, hoy sigue siendo un faro que nos ilumina en medio de la oscuridad
que envuelve al viejo mundo.
En aquellos confines, ayer, los mineros españoles hicieron
temblar Madrid; pero no de miedo sino de esperanza.
“Se puede otra España”, dijeron antes que la poli cargara
contra ellos con sus bastonazos. Una España más justa.
La de García Lorca y Miguel Hernández y no la de Franco y
sus herederos.
Cada minero fue un Quijote batiéndose contra los molinos del
ajuste de Rajoy, anunciando luego que los trabajadores, todos, marcharán el 19
de julio “contra la sinrazón, la insensibilidad y la falta de inteligencia
política” del gobierno.
En tanto aquí, la Presidenta puso las cosas en su justo
lugar.
Entre la justicia y la injusticia no se puede ser neutral.
Tenés que optar. Porque para dar a unos tenés que sacar a
otros. Y en el país de la inclusión se puede cometer cualquier error; pero hay uno que es imperdonable: gobernar
con políticas de ajuste contra el pueblo.
Algo de eso dijo ayer Cristina en General Rodríguez.
Pasó lista a los 400 mil millones de pesos que el Estado
nacional transfirió a la provincia de Buenos Aires desde que asumió Néstor
Kirchner en el 2003 hasta nuestros días.
Tamaña suma se compone con la cuota parte de la
coparticipación federal, transferencias directas e indirectas, aplicación
presupuestaria, redes de agua potable Asignación Universal por Hijo, infraestructura,
luz, rutas, gas, planes de viviendas, promoción industrial, promoción fiscal a
través del crédito del Bicentenario, nuevos hospitales.
Y nótese un pequeño detalle: la Presidenta no habló desde un
púlpito abstracto, sino en la inauguración de obras donde se fabricará
maquinaria agrícola.
O sea.
La producción y el trabajo de la mano de un Estado activo y
comprometido con seguir creciendo e incluyendo a todos.
La contra cara de España.
Sin embargo, el monopolio mediático insiste con querer ligar
los desajustes en Buenos Aires más el ajuste europeo, con las políticas aplicadas
por el gobierno nacional.
Y cierta oposición, a la que no se le cae una idea, opta por
hacer lo que mejor sabe: una conferencia de prensa para recitar de memoria las
editoriales de Clarín y La Nación.
No sólo Europa precisa una luz al final del túnel.
El Argentino, jueves 12
de julio de 2012
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