En el rincón más profundo del conurbano bonaerense, en Merlo, la Presidenta hizo repicar la campana de largada del Plan de inclusión social “Argentina trabaja”, uno de los más abarcativos de nuestra historia.
En medio de la gravísima crisis que azota al mundo, el Gobierno inauguró un plan que dará empleo a cien mil compatriotas en una primera fase. Pero además, permitirá avanzar en conciencia y organización popular.
Cristina reafirmó el modelo de país y con mayor énfasis, volvió a decir ayer, de qué lado estuvo antes y sigue estando ahora.
La sonrisa de los trabajadores junto a la Ministra de Desarrollo Social, Alicia Kirchner, fue el mejor reflejo de un tiempo donde el Estado es el que defiende y promueve el empleo.
En simultáneo, el bloque oficialista del Senado reafirmó su convicción de continuar representando a los sectores sociales que construyeron la Ley de Comunicación.
Ni los grandes propietarios de medios ni los opositores, pudieron convencerlos de lo contrario.
Pero andamos con el corazón a la deriva desde que supimos la internación de nuestra tan amada Mercedes Sosa. Su arte y su compromiso social, le hicieron ganar un lugar privilegiado en el amor de su pueblo. Desde ese rincón del alma, todos piden por ella, la abrazan, la nombran.
Hacemos un respetuoso silencio, antes de seguir transitando por otros pasillos de la realidad.
Más de 300 artistas mandaron una carta a los Senadores para pedir por la pronta sanción de la primera Ley de Comunicación de la democracia. “En usted está la decisión de que sigamos viendo nuestras propias imágenes y de que nuestros hijos sepan, a través de ellas, quiénes fuimos, quiénes somos y qué país y qué mundo soñamos”, escribieron.
Desde ayer, cada Senador sabe que artistas populares como Leonardo Favio, Natalia Oreiro, Andrea Del Boca, Federico Luppi, Soledad Villamil, Patricio Contreras, Ana Maria Picchio, Pablo Rovito, Lito Cruz, Juan Palomino, Lorenzo Quinteros, Luís Puenzo, entre otros, dieron testimonio de la participación personal que tuvieron en la elaboración del Proyecto de Ley. No están sentados mirando a los legisladores como público espectador. Son protagonistas de este paso histórico.
Y desde allí les dicen “nuestro espacio audiovisual está hoy desvastado por las prácticas que se extienden en esta falsa libertad de mercado y por la ausencia del Estado en su regulación. Es un espacio donde casi o tienen cabida nuestras películas y nuestras expresiones audiovisuales. Y esto es lo mismo que decir que no tienen cabida nuestra cultura y nuestra historia”
Los senadores saben que tendrán que optar entre dos intereses contrapuestos: el interés de la sociedad argentina, de un lado, y el interés del monopolio empresarial, del otro.
Los actores, las Universidades, periodistas de la talla de Víctor Hugo Morales, las radios comunitarias, los pueblos originarios, los sindicatos, los pequeños y medianos empresarios, los maestros, los pensadores de Carta Abierta, los cables del interior, en definitiva, todos los sectores sociales que pasaron por las audiencias parlamentarias, solicitaron la sanción de la Ley tal como fue aprobada en Diputados.
Se opusieron los representantes de los grandes medios y los legisladores decididamente jugados en defensa de los mismos.
Hoy, cuando se firme el dictamen de las mayorías, firmaremos todos a la distancia.
¿Los opositores volverán a irse? ¿Sólo se quedan cuando imponen sus verdades absolutas y se retiran cuando la verdad está repartida entre todos?
Eso se llama aquí y en Tanzania, autoritarismo.
Habrá finalmente una buena Ley de la democracia y no una ley que remede el decreto de la dictadura.
La conferencia de prensa que brindó ayer la oposición, fue tan agresiva y mentirosa que preocupa mucho.
¿Acaso preparan algún acto callejero para oponerse con el mismo tono violento?
Si así resulta, la condena social será lapidaria para los que perturben la convivencia democrática.
Ojala reflexionen a tiempo.
Jorge Giles. El Argentino. 2.10.09
http://www.elargentino.com/nota-60379-La-democracia-tiene-dictamen.html
2 comentarios:
esta bueno este blog.... siempre que me quiero reir un rato lo leo...
A ver "gasti", contanos de qué te reís...
Igual en estos casos, como el de "gasti", lo más chistoso es que -pese a que su capacidad psicomotriz no les permita comprender la realidad con exactitud- siguen leyéndolo a Jorge casi por necesidad. Quizás un yo interno les tira cuando sus propias contradicciones rozan con su más sentido y resentido cinismo.
Pobres de ellos. En cambio algunos sentimos tremenda alegría y emoción cada vez que leemos una nota de Jorge. Porque esas notas pasan a ser nuestras.
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