El viernes próximo, el Senado de la Nación y un pueblo en las calles, darán la bienvenida a la palabra liberada.
La inminencia de la nueva Ley de Comunicación de la democracia, ya deja ver algunas luces en el horizonte informativo. Hoy pasan calladitas. Pronto serán los verdaderos titulares.
Primero fue el fútbol para todos y la eliminación del delito de calumnias e injurias para la prensa. Ayer, fue la difusión de un estudio que ubica el salario mínimo de la Argentina en el primer lugar de los países de Sudamérica.
Y ahora, la noticia indica que todos los argentinos aumentaron dos meses su esperanza de vida.
¿Quién lo dijo?, las Naciones Unidas. Estamos en el puesto número 49 del ranking de 182 países, ordenados según su Índice de Desarrollo Humano (IDH).
Habría que leer en voz alta, para que escuche el señor o la señora de al lado, así compartimos las buenas ondas en medio de los disparos de pesimismo que tiran las tapas de los monopolios desinformativos.
No es para alegrarse, pero sepamos que abajo nuestro hay 133 países.
En el Informe de la ONU se destaca que en el país mejoraron todos los índices.
*La esperanza de vida de los argentinos al nacer aumentó a 75, 2 años.
*Aumentó el PBI per cápita, que el año pasado era de 12.299 dólares y este año fue de 13.238 dólares. Cada argentino facturó 939 dólares más que el año anterior.
*El tercer valor es el que mide la relación con el entorno social, calculado en función de la tasa de alfabetización y que aumentó al 97,6 %.
Todos estos datos hacen que el IDH argentino aumentara, alcanzando un valor promedio superior al que ostenta en conjunto América latina.
En la misma tabla de la ONU, nuestro hermano Brasil, ocupa el lugar número 75.
Hay más.
La Argentina lidera el ranking regional y se ubica en el puesto 24 sobre un total de 109 países respecto del acceso a las mujeres a las decisiones políticas, siendo el nuestro uno de los primeros países con mayor porcentaje de bancas ocupadas por mujeres en el parlamento.
¡Mujeres son las nuestras!
La derecha mediática humilla al país y se lamenta no ser extranjera. Se los escucha repetir “¿por qué no parecernos a México, Brasil, a Colombia, a Perú que son países serios?” Lean el Informe de la ONU: los países hermanos están, lamentablemente, en el puesto 53, 75, 77 y 78 de la misma tabla, respectivamente.
Pero la derecha opositora y los medios corporativos, insisten con describir a los argentinos como un pueblo de tristes y desesperanzados.
Es cierto que falta avanzar en todos los terrenos del desarrollo humano. Falta más trabajo, más inclusión, más combate a la miseria y a los miserables. Falta consolidar todo lo hecho en estos años. Faltan más viviendas, más hospitales, más caminos, más aumentos salariales.
¿Pero no es este el camino para lograrlo? ¿O se conoce otro mejor y más efectivo que el modelo que permitió recuperar la Argentina en estos años?
Sólo el fanatismo, el odio y una tendencia fatalista y suicida llevarían a optar por los patéticos laberintos que nos ofrecen desde una oposición que va a contramano de esta esperanza de vida que, pese a ellos, sigue ascendiendo.
Nos vamos preparando para un viernes histórico.
El riesgo país siguió bajando porque la confianza en el país siguió creciendo. También subió la bolsa.
¿Se acuerda cuando en el pasado decían que los conflictos laborales lo resolvía “el mercado” y que “los científicos tenían que ir a lavar los platos”?
Hoy, el Estado nacional participa activamente para lograr la paz y la conciliación en el conflicto de Kraft, mientras la Presidenta de la Nación inauguró en Santa Fe una nueva Planta productora de biotecnología con el protagonismo de los científicos argentinos.
“Nuestro modelo productivo tiene que ver con el conocimiento; tengo orgullo de pertenecer a un proyecto político que apoyó al CONICET”, señaló Cristina.
De regalo, y para esperar la Ley, compartimos una bagatela de Mario Benedetti: “cuando los odios andan sueltos, uno ama en defensa propia”
Jorge Giles. El Argentino. 07.10.09
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