lunes, 14 de septiembre de 2009

LA GUILLOTINA YA NO ESTÁ EN EL ARMARIO

La sala de reuniones del despacho senatorial del Vicepresidente Julio Cobos viste muebles eclécticos, mezcla del barroco francés con el neoclásico isabelino español, el victoriano inglés y el neo-renacentista.
La larga mesa no luce tanto como el armario donde se guardan carpetas, libros y, según testigos, una guillotina de uso múltiples.
En ese lugar, recogido, ocurrió un hecho político grave.
Hay que pulsar el replay de la memoria para volver a él tantas veces resulte necesario.
¿De qué hablamos? De la conferencia brindada por el alto mando de la derecha afirmando, brutalmente, que luego de la renovación de ambas Cámaras parlamentarias y mucho más después del triunfo presidencial que auguran para el 2011, anularán todas las medidas sociales del Gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
El sinceramiento de la oposición fue obsceno y filoso como un puñal trapero, pero sirve para conocerlos mejor.
En su declaración de guerra, hablaron el anfitrión Julio Cobos, Mauricio Macri, Francisco De Narváez y por el radicalismo, Jorge Aguad y el senador Ernesto Sanz.
La primera Ley de Comunicación de la democracia, ésta que se va aprobar en los próximos días en el Congreso, que convocó al debate abierto y participativo de distintas organizaciones libres del pueblo, que sepultará definitivamente a la “ley” de la dictadura, que no permite ningún monopolio pero garantiza que todas las expresiones organizadas de la cultura nacional y popular tengan sus propios medios de expresión, esta Ley encabeza la lista de las futuras victimas de la guillotina opositora.
¿Saben qué? Les creemos. Son sinceros a la hora de aullar a la luna como lobos hambrientos. Se muestran sedientos de venganza por todo lo que perdieron en estos años. Vendrán por todas las conquistas sociales. Si pueden.
¿Planes de empleo a través de cooperativas populares? Es intolerable para Cobos o Macri que el país desande lo plantado durante el neoliberalismo de los años noventa, Menem y De la Rúa mediante.
“Esto no es ni será una nueva Venezuela”, asustan a los cuatro vientos. Ellos conciben al trabajo como una variante más de las leyes del mercado. El Estado no debe meterse en asuntos que son propios del mundo de lo privado. El que consigue empleo, que lo haga leyendo los clasificados a las dos de la mañana para correr luego a la cola de desempleados.
Todo plan social promovido por este Gobierno, pasará por la guillotina y que el mercado diga si hay empleo o no y qué tipo de producción tendremos.
Caramelos o acero. Soja a granel o maíz, trigo, leche, tomate, papa, lechuga, mandioca y carne. Da igual.
En el altar del mercado, sangrarán heridas de muerte todas las doncellas justicieras, empezando por las porristas del fútbol para todos.
¿Y las AFJP qué? Volverán a restaurarlas y que los jubilados se las arreglen como puedan. Nada de administración estatal que les garantice lo que el mercado no está dispuesto a hacerlo.
¿Y Aerolíneas Argentinas qué? Hay que entregar las naves en un desguase de chatarras o que se las lleven empresas extranjeras por dos chirolas. ¿O acaso no recuerdan las enseñanzas de Cavallo cuando preguntaba por qué el Estado debe verse obligado a conectar “provincias inviables” como Jujuy, Tierra del Fuego, Corrientes o Santiago del Estero?
¿Y los juicios por los derechos humanos? Atrás con todos estos disparates de los Kirchner que sólo dividen a los ciudadanos y permiten el escarnio contra hombres de bien como el ex comisario Fino Palacios.
Lo admitió Macri días antes de las últimas elecciones y muchos no le creyeron. Créanlo ahora. Por que después será muy tarde para arrepentirse.
Como dijimos ayer, los legisladores esclarecidos, los que temen mucho más a los monopolios que no existen que a los monopolios que sí ostentan el poder, los que son más amantes del perfeccionismo que de la profundización de la democracia, deberían saber que la historia no los absolverá, si finalmente colaboran con los que ya sacaron la guillotina del armario senatorial.


Jorge Giles. El Argentino. 14.09.09
http://www.elargentino.com/nota-57877-La-guillotina-ya-no-esta-en-el-armario.html

1 comentario:

Ester Lina dijo...

Lo estarán pensando. Y alientan cabecitas vacías para que les crean y los voten. Pero no creo que puedan anular todas las medidas sociales del Gobierno de Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner.
Saben que no somos Venezuela (ni me asusta serlo, tampoco) pero nos corren con esa amenaza, sin ser capaces de ver, -tal vez porque los medios no lo mostraron- que fue nuestra presidenta la que le bajó los decibeles al discurso de Chavez respecto de sus anuncios de guerra para la Región.
Me entusiasma que pongan tanta expectativa en la nueva conformación de las cámaras. Porque se van a frustrar. Los nuevos dipùtados no pertenecen todos al mismo partido, y son como la oposición: carecen de coherencia. Les va a costar bastante manejar la anti-política que operan los opositores, solamente para los medios, no para concretarla en medidas para el País...
Saludos