miércoles, 16 de septiembre de 2009
LA LEY YA ESTÁ EN SALA DE PARTOS
La sala donde ayer se reunieron las Comisiones de la Cámara de Diputados para tratar el Proyecto de Ley de Comunicaciones, parecía una sala de partos.
De un lado estaban, mezclados, los oficialistas y no oficialistas que cual dignas comadronas de pueblo, ayudaban a pujar para que la Ley pueda alumbrar en el justo período de gestación democrática.
No alcanzaban paños calientes, pero sí carpetas, apuntes, aportes sobre la marcha.
Del otro lado, los rostros agrios de los opositores, también mezclados, murmuraban cosas inentendibles.
Parecían sepultureros en la hora del crepúsculo.
Cuando pasaron a un cuarto intermedio a efectos de darle una última lectura a las modificaciones dispuestas por la Presidenta de la Nación y aquellas otras que fueron propuestas por distintos bloques, el diputado Baladrón que dirigía la sesión con la solvencia de un médico obstetra, pareció decir que el trabajo de parto había comenzado bien, pero había que esperar nuevas contracciones.
Los más férreos opositores dialogaron con la prensa y se produjeron increíbles diálogos como el que sigue:
"¿Están conformes con las modificaciones que el oficialismo hizo al Proyecto de Ley?", "De ninguna manera", respondió enojado un representante.
"¿Pero acaso ustedes no pedían la exclusión de las telefónicas?"
"Así es, pero tenemos 25 objeciones más"
"Perdón señor diputado", insistió el cronista preguntón y chapado a la antigua, "pero también pidieron que la autoridad de aplicación sea descentralizada y autárquica y el oficialismo acaba de introducir esas modificaciones, ¿tampoco eso es suficiente para la oposición?"
"Sabe lo que pasa, que el tiempo es escaso para tratar una Ley así"
"Pero es una Ley que se viene reclamando hace 26 años, tratando hace seis años, 80 foros, 120 reuniones, 4 audiencias públicas y que ningún gobierno de la democracia pudo, supo o quiso apoyarla", siguió el cronista.
"Justamente, 26 años no se pueden condensar en una hora y media. Y mucho menos con esta centro-izquierda que hoy está en el Gobierno y a logrado reencontrarse con sus viejos aliados en esta Cámara"
"Pero entonces ¿qué debería hacer el oficialismo para lograr el apoyo de ustedes?"
"Retirar el proyecto", respondió lacónico y mordaz el diputado opositor que raudamente partió hacia su bloque.
El cronista que no se rendía así nomás, preguntó ya en el pasillo "¿No deberían estar orgullosos de protagonizar la aprobación de una ley que la democracia le debía al pueblo?"
El diputado opositor sonrió y se encogió de hombros repetidamente. El cronista sintió el desprecio en la cara pero siguió preguntando "¿No le gustaría quedar en la historia de esta Cámara como un legislador que votó contra el monopolio y a favor de la libertad?"
El legislador detuvo su paso, miró fijamente al cronista y le devolvió con un tono socarrón "¿Y quién le dijo a usted que en la Argentina hay monopolios? Le puedo asegurar que no los hubo ni los habrá"
Cumpliendo con su oficio, el cronista insistió "Contésteme la pregunta"
Con tono de fastidio, el diputado le espetó entonces: "Ustedes los oficialistas son todos iguales, por algo será"
En esa frase autoritaria estaba plasmada la cuestión histórica que despierta esta Ley.
Las viejas consignas que creíamos guardadas en el baúl de los recuerdos, recobraban vida de pronto y salían de paseo a pleno sol.
"Patria sí, colonia no", allá a lo lejos. "Liberación o dependencia", del peronismo en los setenta. "Democracia o dictadura", del radicalismo en los ochenta.
Esta vez, el cronista ya sabe que cuando el Presidente de la Cámara diga "los que estén por la afirmativa sírvanse emitir su voto", los legisladores votarán a favor de una ley de la democracia.
Incompleta, perfectible, mejorable. Pero de la democracia.
Y cuando diga "los que estén por la negativa", otros estarán votando por la continuidad de un "decreto ley" de la dictadura.
Aunque el "Nunca más" del juicio a los genocidas, se estremezca de vergüenza.
Jorge Giles. El Argentino. 15.09.09
http://www.elargentino.com/nota-58223-La-ley-ya-esta-en-sala-de-partos.html
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