La tensión
entre el viejo país del privilegio y este nuevo país inclusivo que se abre
paso, construye distintos escenarios cotidianos.
Como si en
cada jornada se fueran configurando los distintos proyectos que en América
Latina pujan por evitar caer al precipicio al que arrastra la crisis global,
avanzando decididamente en la construcción de nuevos paradigmas, nuevas
políticas y nuevas reglas económicas que hagan más saludable, más inclusiva y
más justa la vida de nuestros pueblos.
En este
contexto, el de ayer fue un claro día de justicia.
Veamos
algunos de los hechos que a nuestro juicio ameritan esta calificación.
El masivo
encuentro de jueces, fiscales, abogados y funcionarios judiciales en la
Biblioteca Nacional es un hecho fundante de una nueva democracia más
participativa y más equitativa.
Mira lo que
te digo.
La
Procuradora General de la Nación, Alejandra Gils Carbó, sentenció en ese
encuentro: “Hay que reconciliar el sistema judicial con la ciudadanía y además
se deben desarticular los mecanismos internos de sometimiento del sistema
judicial. Para democratizar los estamentos judiciales debe haber debate y
consenso, más discusión sincera que enriquezca y que no ponga en riesgo la paz
social, sino que la refuerce”.
Cuando lo
dijo, muchos entendimos que empezaba un nuevo ciclo democrático.
Pese a los
achaques que quieran endilgarles, el Poder Ejecutivo y el Poder Legislativo
están en pleno proceso de cambios sustanciales. Ambos se renuevan
periódicamente y ambos se eligen por el voto popular.
Ese estado
de hervor de ambos poderes, en un país tan dinámico como el nuestro, hace que
las instituciones necesariamente procesen a su interior los cambios producidos
en la sociedad democrática.
Sin embargo
el Poder Judicial quedó allí, congelado en el tiempo, con su toga y su
imperturbable palidez.
Este
encuentro de juristas abre ventanas y puertas y pone en debate un sistema que
sigue teniendo un calendario más adecuado al siglo de las carretas que al de la
Internet.
Sucedió el
mismo día que la Argentina peleaba cuerpo a cuerpo contra los fondos buitres en
los tribunales de Nueva York.
Y que el Fiscal
de la Cámara Federal, José María Medrano, se expidiera a favor de la
constitucionalidad de la Ley de Medios.
Y en la
misma semana que la Cámara Nacional
de Casación rechazara el recurso extraordinario del Grupo Clarín contra el juez
Julián Ercolini en la causa Papel Prensa. El juez podrá indagar ahora al capo de
Clarín Héctor Magnetto y al genocida Videla, entre otros.
Y vaya con
las coincidencias: el debate en el Congreso por la Causa AMIA es el fiel
reflejo de la pugna entre lo viejo y lo nuevo.
Y también
sucedió ayer.
El Argentino, 28 de febrero de 2013
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