Cuando
llegue la noche, una nueva señal estará en el aire: DeporTV, un canal de
deportes del Estado que estará en la orbita del Ministerio de Educación.
Como
Paka-paka y Encuentro.
Sucede al
mismo tiempo que la oposición cierra filas contra el Fútbol para todos.
Sucede
cuando la Mesa de enlace de los patrones rurales y sus socios sindicales lanzan
dentelladas de odio contra el gobierno
de la democracia.
“Me
cortaron las piernas” dijo Maradona aquel día que la FIFA decidió pasarlo a
degüello en el Mundial de Fútbol de 1994.
La inmensa
mayoría de este pueblo tuvo entonces la misma sensación de doloroso vacío.
Esa conmovedora
imagen expresa como nadie el drama que vivió el deporte durante muchos años.
Si Maradona
no podía jugar, el pueblo no podía mirar en vivo y en directo ningún partido
oficial. Salvo que pagaran.
Todo tenía
un precio en la marquesina del mercado.
Todo se
vendía, todo se compraba, neoliberalismo mediante.
El que
tenía plata, veía feliz el mundo por una pantalla.
El que sólo
tenía para comer y sobrevivir, no.
Cuando hoy
se inaugure el nuevo canal de la TV pública digital, abierta, democrática y
gratuita, tendríamos que pensar que nada ocurre por que sí. Que hay mucho dolor
con retardo pisándonos los talones de la memoria.
Porque sólo
ahora sentimos la humillación de vernos idiotizados mirando una tribuna y un
relator que te estampa: “yo si veo lo que no ves”.
Sólo ahora nos
damos cuenta la vergüenza que tuvimos que pasar colectivamente frente a los
televisores de una vidriera comercial o estirando un café toda la tarde del
domingo para poder disfrutar de un partido en el bar de la esquina.
Que se
entienda bien. Ese pensamiento neoliberal niega la humanidad al traducir en
valor financiero la alegría de un pueblo.
No están
discutiendo la publicidad del Fútbol para todos. Están cuestionando el ancho,
el largo y la profundidad de esta democracia. Cuestionan, desde Macri hasta la
última cueva opositora, la osadía de Cristina de querer sentar a los 40
millones a la mesa de todos.
Que se
entienda bien. El pibe que corría la maratón y desapareció en la noche de la dictadura,
quería el deporte para todos.
Los pibes
que jugaban al rugby y desaparecieron en la ciudad de La Plata, querían el deporte para todos.
Al momento
de inaugurar este nuevo canal de la TV pública, la memoria se pondrá a correr,
a jugar, a lanzarle jabalinas a la luna, a tirarle un cross de izquierda al
mentón de la tristeza y a cruzar a nado todos los ríos del olvido impune.
Que se
entienda bien. Hay que valorar y cuidar lo que hoy se inaugura porque hay mucho
lobo hambriento con ganas de quitarnos la alegría de una sola dentellada.
El Argentino, jueves 21 de febrero de 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario