miércoles, 30 de marzo de 2011

Quizás, quizás, quizás...


Cruzaba la Plaza San Martín, luego de darme el bello gusto de ver a nuestra Presidenta junto al Presidente venezolano, Hugo Chávez, cuando me entero que el último candidato radical, Ernesto Sanz, se bajaba de la interna partidaria. No se porqué me puse a cantar bajito aquel viejo bolero llamado como el título de nuestra columna de hoy. “Siempre que te pregunto, que cómo, cuándo y dónde, tu siempre me respondes, quizás, quizás, quizás” Minutos después vuelvo a escuchar a Mauricio Macri anunciando la fecha de las elecciones porteñas y ya que estaba, lanzando un agresivo ataque político contra esta democracia forjada con tanto sacrificio por el pueblo argentino. Porque eso de decir que “este es el peor momento desde 1983” es claramente una ofensa contra el buen gusto, el sentido común y el esfuerzo de la sociedad en su conjunto, más allá de toda bandería. “Y así pasan los días y yo desesperando, y tu, tu contestando, quizás, quizás, quizás” Sigo leyendo noticias y llego hasta la provincia de Chubut y la indignación no encuentra techo. Ahora se sumó la apertura de una urna vacía y votos encontrados por la directora de una escuela. “Estás perdiendo el tiempo, pensando, pensando. Por lo que tu más quieras, hasta cuándo, hasta cuándo.” Dan vergüenza ajena estos opositores que integran el bochornoso “Grupo A”, o como los llamó sagazmente un conductor televisivo: “la bancada de Clarín”. Para que no nos gane la bronca y la indignación, seguimos caminando y respirando el airecito fresco de saber que la Argentina alcanzó el menor grado de desigualdad de las últimas décadas, que el consumo en los grandes mercados creció un 16,3 % y la industria nacional un 8,9 %. Eso significa más trabajo, más producción, más consumo interno, más inclusión social. Esa baja en la desigualdad, según el coeficiente Gini anunciado ayer por Cristina, significa en esencia que varios miles de pibes y pibas de este bendito país ya no duermen con la barriga vacía y que las madres embarazadas tienen la certeza, no tan sólo la ilusión, de que sus hijos nacerán con un pan bajo el brazo con la Asignación Universal por Hijo. ¿Cómo decir entonces que este es “el peor momento de la democracia”? ¿O será una proyección de los miedos que tiene la derecha representada por Macri? Se tendrán que acostumbrar a convivir con ellos. O superarlos si pueden, haciéndose más buenos y más justos. Si ello sucediera, sería la confirmación que verdaderamente somos un continente mágico. La nave del cambio que conduce Cristina, como afirmó Chávez anoche en La Plata, navega con rumbo firme y ya nada ni nadie torcerá ese rumbo. ¿Lo podrán entender los opositores? Quizás, quizás, quizás. El Argentino, miércoles 30 de marzo de 2011

2 comentarios:

Prof. Neurus. dijo...

Estimado Jorge, debo decir que luego de leer su nota en el diario El Argentino, me siento en desacuerdo con lo escrito por ud. Principalmente por que veo una carencia de contenido y profundización en su critica.
Una mera repetición de estadísticas brindadas (no corroboradas), o bien,
una crítica superficial a la oposición analizando algunas palabras que bien pueden haber sido sacadas de contexto. Ud como periodista de un diario (sea cual fuere) no puede perder la objetividad, y debe saber analizar y criticar en su justa medida el gobierno que hoy nos preside y no limitarse a unas meras palabras de alabanza por algunas medidas coyunturales. Sepa que los problemas de fondo aun no han sido resueltos (educación, salud, inflación y seguridad), habiendo llevado casi 8 años de gobierno.
SAludos Cordiales

mumi dijo...

CAER EN MANOS DE MACRI SERIA VOLVER AL 2001 SIN ESCALA, ESPERO QE NO SUCEDA NUNCA PORQUE EL PAIS NO SE MERECE TANTA DESGRACIA .