¡Largaron!
Ya votó Catamarca. Ahora se viene Chubut.
Decíamos ayer que habría que calificar siempre cada acto electoral como una clara victoria de la democracia.
Y del pueblo que conquistó el derecho a elegir quiénes son sus gobernantes y legisladores.
Pero hay otros ingredientes interesantes que convendría apuntarlos para entender el nuevo mapa político que se está construyendo en este año electoral.
¿Quiénes perdieron en Catamarca?
Perdieron los que apostaron a un modelo contrario al modelo que expresa el kirchnerismo a nivel nacional y provincial.
Perdió el cobista Brizuela del Moral, pero con él perdieron los que fueron a acompañarlo ese día para festejar por la noche una “victoria contra el gobierno nacional”, como habían pronosticado previamente.
¿Quiénes son esos dirigentes?
Anote: Ernesto Sanz, Ángel Rozas, Ricardo Gil Lavedra y Julio Cobos, todos del radicalismo.
¿Y quiénes más perdieron? Los dirigentes catamarqueños encabezados por Luis Barrionuevo, es decir, por el “PJ disidente”, que arañó ¡apenas el 2 % de los votos!
Con el 1 % de los sufragios se ubicaron a la cola, como de costumbre, los seguidores del partido Obrero y del MST-Proyecto Sur.
Para tener clara dimensión del voto catamarqueño digamos que mientras la ganadora y gobernadora electa, Lucía Corpacci, pasó holgadamente los 80 mil votos emitidos, que sostienen ese 49 % del resultado general, los últimos candidatos oscilaron entre mil y tres mil votos cada uno.
Perdieron quienes se subieron al cambalache alentado por el Grupo Clarín el día que confluyeron en el “Grupo A” del Congreso.
¿Se acuerdan? Allí estaban todos juntos, desde Solanas y Macri, hasta Duhalde, Carrió, Sanz y Alfonsín.
“Y en el mismo barro, todos enlodados”.
Pero si hay que ponerle un rostro a los derrotados en Catamarca, empezaríamos por el desvergonzado de Julio Cobos y por Eduardo Duhalde.
¿Por qué? Porque son los jefes políticos de los derrotados el domingo.
¿Y quiénes ganaron?
En primer lugar hay que decir que ganó el pueblo catamarqueño y el proyecto nacional y popular a nivel nacional.
Y esta afirmación tiene nombres y apellido: Cristina Fernández de Kirchner.
Así como “la gente” volvió a ser Pueblo, así, con mayúscula, el país de la fragmentación volvió a ser una sola y gloriosa Nación.
No son golpes de suerte. Son la consecuencia de la reconstrucción política, social y económica que vive la Argentina desde el 25 de Mayo de 2003.
Por eso la juventud canta lo mismo; sea en la cancha de Huracán, sea en Catamarca.
El pueblo argentino, reconstituido, es el que vuelve a protagonizar la historia.
Es eso lo que viene ocurriendo.
Y es eso lo que seguirá triunfando.
Ya votó Catamarca. Ahora se viene Chubut.
Decíamos ayer que habría que calificar siempre cada acto electoral como una clara victoria de la democracia.
Y del pueblo que conquistó el derecho a elegir quiénes son sus gobernantes y legisladores.
Pero hay otros ingredientes interesantes que convendría apuntarlos para entender el nuevo mapa político que se está construyendo en este año electoral.
¿Quiénes perdieron en Catamarca?
Perdieron los que apostaron a un modelo contrario al modelo que expresa el kirchnerismo a nivel nacional y provincial.
Perdió el cobista Brizuela del Moral, pero con él perdieron los que fueron a acompañarlo ese día para festejar por la noche una “victoria contra el gobierno nacional”, como habían pronosticado previamente.
¿Quiénes son esos dirigentes?
Anote: Ernesto Sanz, Ángel Rozas, Ricardo Gil Lavedra y Julio Cobos, todos del radicalismo.
¿Y quiénes más perdieron? Los dirigentes catamarqueños encabezados por Luis Barrionuevo, es decir, por el “PJ disidente”, que arañó ¡apenas el 2 % de los votos!
Con el 1 % de los sufragios se ubicaron a la cola, como de costumbre, los seguidores del partido Obrero y del MST-Proyecto Sur.
Para tener clara dimensión del voto catamarqueño digamos que mientras la ganadora y gobernadora electa, Lucía Corpacci, pasó holgadamente los 80 mil votos emitidos, que sostienen ese 49 % del resultado general, los últimos candidatos oscilaron entre mil y tres mil votos cada uno.
Perdieron quienes se subieron al cambalache alentado por el Grupo Clarín el día que confluyeron en el “Grupo A” del Congreso.
¿Se acuerdan? Allí estaban todos juntos, desde Solanas y Macri, hasta Duhalde, Carrió, Sanz y Alfonsín.
“Y en el mismo barro, todos enlodados”.
Pero si hay que ponerle un rostro a los derrotados en Catamarca, empezaríamos por el desvergonzado de Julio Cobos y por Eduardo Duhalde.
¿Por qué? Porque son los jefes políticos de los derrotados el domingo.
¿Y quiénes ganaron?
En primer lugar hay que decir que ganó el pueblo catamarqueño y el proyecto nacional y popular a nivel nacional.
Y esta afirmación tiene nombres y apellido: Cristina Fernández de Kirchner.
Así como “la gente” volvió a ser Pueblo, así, con mayúscula, el país de la fragmentación volvió a ser una sola y gloriosa Nación.
No son golpes de suerte. Son la consecuencia de la reconstrucción política, social y económica que vive la Argentina desde el 25 de Mayo de 2003.
Por eso la juventud canta lo mismo; sea en la cancha de Huracán, sea en Catamarca.
El pueblo argentino, reconstituido, es el que vuelve a protagonizar la historia.
Es eso lo que viene ocurriendo.
Y es eso lo que seguirá triunfando.
El Argentino, martes 15 de marzo de 2011
1 comentario:
ganaron los Saadi también, para desgracia de la democracia, el país, el pueblo catamarqueños, la flia de mAría Soledad, etc, etc
Juan
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