jueves, 10 de marzo de 2011

El diablo metió la cola



*Diablo número uno.
El jefe de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, faltó sin aviso previo a la inauguración del ciclo lectivo 2011 en las escuelas secundarias porteñas.
Que un gobernante asista a un acto de tan magna importancia no asegura una educación de excelencia a ningún sector de la comunidad educativa.
Pero que un gobernante no asista al acto donde lo esperaban los estudiantes, los profesores, los padres y tutores, sí es una señal de que al gobernante le importa un comino la educación de los pibes.
*Diablo número dos.
El ministro de educación, Esteban Bullrich, justificó la ausencia de Macri “por un tema de agenda”.
¿Hay acaso un problema de agenda más importante que la educación de nuestros pibes?
¿No era que los conservadores y la derecha en general les asignaban un rol excluyente a la educación?
Diablo número tres.
El ministro Bullrich declaró además, que esperaba que este año "la política no meta la cola" en este ámbito, en directa alusión a los reclamos estudiantiles y docentes. Y también contra el debate en las escuelas de temas vinculados a la inclusión democrática, a la transformación social, al relato de la verdadera historia de los argentinos y América Latina.
El ministro del PRO afirmó:
"Por suerte estamos arrancando el año con muchas ganas. Esperamos que siga así, que no meta la cola la política en la educación porque necesitamos educar a nuestros jóvenes".
Minutos después afirmó:
"A los chicos hay que mostrarles que vivimos en un país donde las instituciones funcionan y que el escrache es ilegal y antidemocrático, es una forma de hacer justicia por mano propia", argumentó.
¿No era que Macri y sus amigos, Vargas Llosa, el ex presidente español José María Aznar, ex funcionarios de George Bush, se autoconvocan a menudo para discutir políticas contra las democracias inclusivas sudamericanas?
O sea, ¿la política es sólo para que la discutan ellos y no los jóvenes de la ciudad?
Todos estos funcionarios del PRO y sus legisladores, deberían tomarse una hora al día al menos para aprender Democracia uno, Democracia dos, Democracia siempre.
Es inconcebible que mientras la Presidenta de la Nación inaugura la escuela número mil, las nuevas instalaciones de Ciencias Económicas como lo hizo ayer, las nuevas Universidades que florecen a lo largo y ancho del país, eleva en más del 6 % el total del Presupuesto nacional para educación, la mediocridad gobernante en la ciudad de Buenos Aires no es capaz siquiera de asistir a la inauguración del ciclo lectivo 2011.
Y es inconcebible que un funcionario macrista afirme que la política es sinónimo de diablo.
El verdadero diablo es la ausencia de gestión del PRO.

El Argentino, jueves 10 de marzo de 2011

1 comentario:

maleari dijo...

Don Jorge, lo realmente inconcebible (yo no lo entiendo), es que estos tipos tengan posibilidades reales de asumir un segundo mandato en la ciudad...no lo puedo entender.