LOS NUEVOS DESAFÍOS DE LA DEMOCRACIA

PANORAMA POLÍTICO

Algunos hechos de la semana parecen confirmar que lo emergente está en el gobierno y no fuera de él.
No son elementos disociados entre sí, sino constitutivos de la etapa que transcurre en las vísperas del Bicentenario y simbolizan nuevos desafíos y una calidad institucional superior para la democracia. Veamos.
1.- La decisión presidencial de fondear la industria automotriz y autopartista, posibilitando en el mediano plazo la creación de 150 mil puestos de trabajo, es la reparación estructural del mayor daño que provocó la dictadura genocida, con su secuela de país arrasado.
El aumento del consumo interno y los niveles de empleo, le brindan un justo marco al anuncio mencionado.
2.- El mensaje presidencial en la Esma, es la expresión de la cosmovisión que hoy tiene el Estado sobre la historia y sobre sí mismo. Allí está el manojo de ideas y valores de un Estado que se propone construir más temprano que tarde, una nueva Argentina. No como un slogan de ocasión, sino como un propósito esencial de su gestión.
3.- La anulación del indulto a Martínez de Hoz, expresa la voluntad del sistema democrático de no dejar en pie ningún dique de contención para la memoria, por poderoso que sea.
4.- El avance judicial en la pronta liberación de la Ley de Medios y el cotejo final de los ADN de Marcela y Felipe, los hijos presuntamente apropiados de la dueña de Clarín, serán, sin dudas, la más formidable puerta que resta abrir para consolidar un país más justo.
5.- La realización en nuestro país de la Cumbre Presidencial de la UNASUR, configura de manera concreta, no discursiva, que la Argentina atraviesa la etapa de mayor y mejor inserción en el continente y el mundo, en orden a la defensa de sus intereses y los de la región.
A medida que transcurre el calendario y se profundiza el proceso de transformación que encara el gobierno, quedan más expuestas que nunca las fracturas de esta sociedad. No está mal que suceda. Habrá que aprender sobre la marcha la mejor manera de procesar, asimilar y resolver pacíficamente las contradicciones que resultan del choque de intereses entre los diferentes proyectos de país.
La negación o el ocultamiento de las mismas se corresponden a una etapa que quedó atrás, felizmente.
Estamos en otro momento de la historia de puja sobre el modelo económico y social que la Argentina transita desde sus mismos orígenes como nación independiente.
Los mensajes de la Presidenta en la Esma con motivo del 33º Aniversario de la primera ronda de las Madres de Plaza de Mayo y el que dirigió Néstor Kirchner ante los legisladores del Frente para la Victoria, dan una pista para caracterizar esta instancia que vivimos y proyectar, en consecuencia, los próximos escenarios a transitar.
La conducta seguida por la oposición política y mediática, particularmente el autodenominado Grupo A y el Grupo Clarín, también exhiben con elocuencia la apreciación que tienen de la realidad y las maniobras defensivas con las que se preparan para enfrentar las medidas de gobierno.
¿Es casual que al tiempo de desarrollarse una serie de movilizaciones a lo largo y ancho del país a favor del gobierno y particularmente de la ley de medios de la democracia, hayan aparecido los malditos carteles anónimos y la puesta en escena de los periodistas señalados cual víctimas del peor de los ataques cuasi dictatoriales?
Resulta difícil creer en la casualidad en épocas de definiciones estratégicas.
Las cosas suceden porque hay motivos para que sucedan y responsables que dan cuenta de ello.
De tal modo que una primera apreciación indica que la oposición, conducida por el monopolio mediático, está desplegando cortinas de humo y gemidos de victimización en ausencia de una alternativa política superadora que ofrecer a la sociedad.
Si se observa desde el punto de vista de los intereses que representan, pareciera que les resulta eficaz la maniobra para imponer una agenda que hace rato la vienen perdiendo en manos del gobierno.
Trajinaron los ámbitos parlamentarios con un discurso falaz, antojadizo, azuzando todos los miedos que aún persiguen los sueños colectivos. Es relativamente fácil advertir que buscarán por todos los medios a su alcance, una mirada hosca de cualquier transeúnte para denunciar luego haber sido víctimas de un “escrache”.
Lo ponemos en estos términos un tanto burdos pero didácticos, para reafirmar que los dueños del viejo poder en la Argentina actúan coherentemente con el retroceso y el acorralamiento al que se sienten sometidos en el actual proceso político.
Resulta entonces comprensible el llamado presidencial a no caer en ninguna provocación que se preste al cambio brusco de escenario y lo que es peor, al retroceso de las conquistas alcanzadas por el conjunto social y particularmente los más humildes. Si los poderosos se sienten a la defensiva es porque el campo popular y democrático sostiene la iniciativa política a través de las medidas que sigue desarrollando el gobierno.
La culpa de todo la tiene la dialéctica.
Se trata de dar cuenta de esta dialéctica del proceso de cambio, de advertir y procesar correcta y pacíficamente las tensiones propias que genera la etapa, de construir iniciativa todo el tiempo, en tanto se esté convencido que el rumbo es el correcto.
La responsabilidad de la dirigencia popular y el temple de su militancia es vital en esta coyuntura donde se están definiendo, en definitiva, los bloques sociales que van a confrontar democráticamente en las próximas elecciones nacionales, por el camino al tercer centenario.
No se está definiendo una gestión de gobierno más o menos correcta. Se está definiendo el modelo de estado, el modelo de país, para los próximos años.
Reflexionando una vez más sobre el mensaje en la Esma, todo transcurre como si la historia quiso que sean las Madres y las Abuelas las que recuperaran la democracia, representando a sus hijos y nietos desaparecidos y que hoy sean los más jóvenes y quienes sobrevivieron a esa generación diezmada, los responsables de construir una democracia para todos.



Jorge Giles. Miradas al Sur, 2 de mayo de 2010