Los pájaros ya no tienen donde posar su sueño en esa Grecia que sigue ardiendo en su dolor.
Nos duele verla así.
Como duele España y Portugal, a punto de caer en el mismo abismo.
La disputa entre los dos modelos de vida es global, continental y luego recién, nacional.
Los argentinos fuimos pioneros en esas desventuras.
Por algo Menem fue designado en su tiempo “el primer alumno del neoliberalismo” por el FMI.
Por algo Cavallo profundizó el mandato heredado de Martínez de Hoz y barrió con todo lo que tenía de bello el campo nacional y popular.
En este bendito país se masacró por dinero y por dinero se quiso privatizar hasta el alma de los argentinos.
Con lo poco de vida que quedó en pie, luego del naufragio del 2001 y 2002, se echó a andar por caminos nuevos y no tan nuevos.
Así fue hasta llegar a esta realidad de hoy en que nos informamos que la pobreza y la indigencia bajaron verticalmente gracias a la Asignación Universal por Hijo.
Que esta noticia no quede en un simple dato estadístico, es la consigna.
Hay que saber y decirlo: en las cifras surgidas de la investigación, hay un niño de la calle que ya no está en la calle.
Saber que ese pibe está en la escuela nuevamente o por primera vez.
Es decir, está adentro de la vida de su pueblo, en comunidad, en sociedad. Con otros pibes jugando. Sacándole la lengua al dengue y a la gripe A y a las infecciosas de todos los años.
¿Cómo medir ese abrazo en el patio del recreo? ¿Cómo anotar la sonrisa que le arrancó la seño justamente a él que nunca se reía?
Dijimos hace un tiempo atrás que podíamos ver en vivo y en directo el modelo opuesto al que preside Cristina, mirándolo a Macri y su gobierno del Pro. Es una maqueta viviente de “la nueva derecha”. Mire, pruebe, toque, guste y…compare.
Es usted el que deberá elegir en poco más de un año.
Y dijimos que de un lado estaba el Clarín con sus bocinazos contra el modelo de país que inició Kirchner en el 2003. Y del otro, Cristina promoviendo la ley de medios de la democracia.
Tiene todo a mano para comparar.
Pero cuando parecía que no faltaba nada más, llegó la crisis griega y con tamaña crisis, la bolilla que faltaba para cotejar.
Rebaja salarial, recorte de las jubilaciones, desempleo y represión.
Las cacerolas griegas suenan sobre el Partenón. Sobrevuela un helicóptero y alguien tendrá que partir. El pueblo griego seguro que no.
Los pueblos nunca se van.
Es la Argentina del 2001 y el 2002.
Tome un poco de aire, respire hondo otra vez, abra los ojos y mire hasta donde le den los ojos. Ya no “estamos” en Grecia.
Estamos en la Argentina del Bicentenario.
¿No es para festejar?
Mientras los europeos andan en estos días con los pájaros volados, usted y yo andamos con los pájaros libres bajo los cielos del sur de América.
A propósito, hoy se celebra el Día Internacional de las Aves.
¿Lo sabrá la calandria que baja hasta su patio? ¿Y el colibrí y el hornero y la torcaza de la plaza del barrio? ¿Sabrán que este es su Día?
Importa que lo sepamos nosotros, ahora que se precisan alas para seguir volando.
Volar más lejos que nunca, más alto, más libres.
Como todos los domingos, veremos cómo se desperezan los pájaros en las ramas de los árboles. Ellos saben más que ninguna otra especie que las placas del mundo están en movimiento.
Así en Chile y Haití, como en la lejana Grecia; no tan lejana quizás.
Aquí en tanto, conmueve escuchar los datos transmitidos por Diego Bossio de la Anses y los científicos del Conicet.
Mañana lunes nos extenderemos sobre ésta que es la noticia de la década, aunque no esté en las tapas de los diarios.
La Asignación Universal logró sacar de la pobreza a casi dos millones de personas, mientras un millón y medio dejaron su antigua condición de indigentes.
Son datos duros que construyen un país de ternura para los más humildes.
En este modelo de inclusión entran todos.
Pero eso sí, los únicos privilegiados serán siempre los niños.
Quizás por eso, este domingo es más domingo que nunca.
Jorge Giles. El Argentino, 9 de mayo de 2010
http://www.elargentino.com/Content.aspx?Id=90108
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