jueves, 3 de diciembre de 2009

CON TODAS LAS BANDERAS AL CONGRESO


Ese hombre flaco, desgarbado, casi desaliñado, que hoy ingresa al Congreso de la Nación, se llama Néstor Kirchner.

Militante de aquella gloriosa “JP” de los años setenta, se reinventó a sí mismo desde el aprendizaje vital que le significó, en su propia provincia de Santa Cruz, haber ganado la representación popular, como Intendente primero y como Gobernador después.

Hasta que un 25 de Mayo de 2003 la historia, siempre azarosa, lo consagró Presidente de la Nación.

Con sus primeras medidas de gobierno, algunos analistas empezaron a admitir entre risueños, ofuscados y sorprendidos, que Kirchner significaba una nueva irrupción disyuntiva en el sistema democrático.

“Un fenómeno pasajero”, dijeron.

Y terminó siendo el nuevo hecho maldito de la política criolla. Como lo fue el peronismo al país burgués, según John William Cooke.

Ese hombre que hoy jurará como Diputado de la Nación, ya no cuenta con esos comentarios risueños.

Siguen y seguirán a su lado, los jóvenes militantes, las Madres y las Abuelas, los trabajadores y las organizaciones sociales, los pequeños empresarios, los intelectuales de Carta Abierta, los artistas populares, los que hoy llenarán el Congreso con todas sus banderas acompañándolo.

¿Qué pasó para que así ocurriera? ¿Por qué se viene ejecutando esta feroz campaña de demonización del ex Presidente?

Veamos:

Un político que llegó a esas alturas podrá irrumpir una o dos veces contra el orden establecido por los poderosos. Se le podrá tolerar alguna que otra osadía y presentarla como un gesto creativo, para excusarla.
Pero resulta intolerable para un sistema basado en la desigualdad crónica de la sociedad, la persistencia en el tiempo de un proyecto político que representa los intereses de la sociedad y no de los monopolios, que restituye el poder a los trabajadores, al pueblo, a los humildes, a la democracia participativa, a la comunicación.

He allí la causa por la que se ataca a este hombre que hoy ingresa al Congreso después de habernos devuelto la autoestima y la justicia, desde el día que revoleó el magno bastón presidencial, dibujando en el aire los nuevos vientos de cambio por venir.

A la derecha y a los poderes económicos más concentrados, les resulta intolerable un liderazgo político que no se resigna a las presiones de los grandes grupos y que por el contrario, levanta las banderas y los sueños de una generación diezmada que, con errores y aciertos, no dudó en entregar su vida cuando fue preciso hacerlo.

A los pequeños grupos autoreferenciados y mesiánicos, les resulta insoportable que nuevamente sea el peronismo movimientista, los sectores nacionales, populares y progresistas, los que encarnen la transformación del país, con una democracia inclusiva, con desarrollo económico y redistribución equitativa de la riqueza.

“Las disputas de la izquierda argentina son como los perros de los mataderos; se pelean por las achuras, mientras el abastecedor se lleva la vaca”, decía Arturo Jauretche.

“El sistema de gobierno más perfecto es aquel que le proporciona a su pueblo la mayor suma de estabilidad política, de seguridad social y la mayor suma de felicidad posible”, dijo Simón Bolívar, el 15 de febrero de 1819.

Es desde esa historia donde hay que aprender, no para repetir, sino para seguir irrumpiendo, para introducir lo discontinuo en nuestro mismo ser, como diría Michel Foucault.

Para no dejar nada debajo de sí que tenga la estabilidad de los cementerios.

Pensar y conocer no sirven sólo para entender la realidad; sirven si logran escribir un nuevo argumento colectivo sobre la pizarra, borrando los libretos que fueron dictados por los poderosos que no quieren ningún cambio social.

La derecha mediática podrá cavar mil trincheras opositoras en el Congreso, mientras llena de elogios a la Corte Suprema y en especial a su presidente.
¿Están preparando pistas de aterrizajes en su campaña destituyente?

Pero con la sanción de la Reforma Política, la democracia servirá de ahora en más para que la política se llene de pueblo.
Y no de tantos miserables adinerados.



Jorge Giles. El Argentino. 3.12.09
http://www.elargentino.com/nota-68146-Con-todas-las-banderas-al-Congreso.html

3 comentarios:

Sil dijo...

buenísimo, que mas se puede agregar,
lo tuyo es perfecto.
saludos y gracias por este post.
Sil.

Anónimo dijo...

Jorge, aflojale al tinto
En fin, tanto que defiende a este señor NL, ya se olvida como NK ayudó a Men** a privatizar YPF. Cierto, es un gobierno "nacional y popular" ¿?, Este señor NK hizo uso y abuso de transporte oficial sin ningún cargo público, este señor NK dijo que Men*** había sido el mejor presidente de la historia. Este señor NK hizo crecer su patromonio en más del 150% en dos años, bien política de distribución de la riqueza, ya sabemos para donde no?. Este señor NK perdió en las últimas elecciones contra De Nar***!!de donse salió?, y no admite su derrota, el y los que lo defienden dicen que fue una victoria en todo el país. Sino son capaces de reconocer algo tan obvio, como van a reconocer todos los problemas del país...y la lista puede seguir..Esto no lo inventan ni los medios, ni monopolios, esto es la realidad que ellos no quieren ver...ah no, cierto, todo es una sensación!vayan a laburar y dejen de darle espejitos de colores al pueblo, ya no comemos vidrio.

Sil dijo...

Se reconocen los errores Anonimo -
deberías dejar de ser anonimo para ser creíble, se reconocen, los que reconocen lo desastrosos que son, es la oposición, es decir ustedes anonimo.