Los argentinos, al igual que nuestros hermanos latinoamericanos, sabemos de otros lejanos Fines de Año, tristes y desolados.
Sin una sidra ni un pan dulce para festejar. Sin poder viajar.
Sin contar con un gobierno que enlace sus manos solidarias con los más humildes.
Por eso mismo quizás, y comparando entre ese ayer no tan lejano y este presente, algunos se pellizcan para aceptar que esta vez el rumbo de los vientos ha cambiado a favor de todos, pero un poco más para los humildes.
Es cierto que queda mucho por andar. Usted lo sabe mejor que nadie.
Y por eso mismo sabe que estas Fiestas fueron las mejores en más de 20 años.
¿Porque alguien se lo contó? No. Simplemente porque Usted lo vive así en estos días.
Veamos.
Cada vez que las estadísticas hablan de la pobreza, uno se retuerce de dolor pensando que esas son personas de carne y hueso, son sueños inconclusos, son esperanzas frustradas. Y pone todo el acento en seguir luchando para profundizar el rumbo de un modelo basado en la inclusión y la justicia social.
Del mismo modo, pero con sensaciones felizmente contrarias, cada vez que suceden noticias como las que ayer y hoy poblaron los diarios (contra su propia voluntad en muchos casos), relatando que las ventas navideñas este año superaron todos los récord, que la gente (como dicen algunos genéricamente) prácticamente inundó todos los puestos de ventas hasta altas horas de la madrugada, que se agotaron las bebidas y los alimentos propios de la Nochebuena, que se llevaron todos los juguetes y la indumentaria y los celulares, en fin, Usted sabe que están hablando de Usted, de su amigo, de su familiar, del prójimo.
En los barrios más humildes emocionó ver nuevamente a vecinos llevando en sus carretillas laboriosas, los cajones de bebidas y alimentos para compartir en familia en estas fiestas.
La información dice que más de cuatro millones de personas salieron a hacer sus compras el día 23 de diciembre y que el ritmo de compras continuó hasta pasado el mediodía del 24. Y dice también que se agotaron las reservas en los restaurantes.
Un tradicional fabricante de juguetes (ladrillitos Rasti) declaró que en lo que va del año sus ventas ya superaron el 52 % comparado con el 2008 y que esperan batir un récord histórico en las ventas de Reyes.
Usted sabe también que nada de lo que nos ocurre es un milagro. Responde a las políticas económicas, sociales y laborales de este gobierno.
Lo dice con toda claridad y sencillez el presidente de Fedecamaras, Rubén Manusovich: “el consumo extraordinario que estamos viendo en estos días tiene una causa de origen y es el cobro de la Asignación Universal por Hijo, la suma fija a los jubilados y los aguinaldos a tiempo; toda esa gran cantidad de dinero se volcó casi íntegramente al mercado interno”
Por si fuera poco el dato hay que agregar que también cumplió su efecto positivo el regreso virtuoso del crédito y el pago en cuotas con el uso de tarjetas.
El Banco Nación acaba de difundir que los préstamos que otorgó durante el año crecieron un 29 %, favoreciendo el desarrollo económico y social, particularmente de las pequeñas y medianas empresas. “El Banco Nación se consolida como la institución que asumió el liderazgo del financiamiento al sector productivo en la Argentina, por cuanto desde el último año representa el 76 % del aumento de la cartera PyME en todo el sistema financiero”, señala la entidad presidida por Mercedes Marcó del Pont.
Es en nombre de estos logros que al levantar nuestras copas en los días que corren, deberíamos comprometer nuestra participación ciudadana en la defensa de estas conquistas colectivas.
Y cada vez que por la tele veamos a los profetas del odio y la desesperanza mintiendo que “todo está mal”, lancemos una sonora carcajada mientras brindamos también por ellos.
Jorge Giles. El Argentino. 27.12.09
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