domingo, 19 de abril de 2009

PANORAMA POLÍTICO SEMANAL

América ya no es lo que era en tiempos imperiales. La historia le reservó a Néstor Kirchner la responsabilidad de decirle NO al ALCA y a Cristina Fernández, protagonizar un nuevo horizonte, con Cuba definitivamente integrada al continente.
Pero los nuevos paradigmas de la región no sacuden el placard de la vieja política.
La reaparición pública de Eduardo Duhalde, acompañado de Cecilia Pando, más los punteros que promovieron los hechos violentos contra funcionarios judiciales y comunales en Lanús, así lo demuestran.
El arco opositor reacomoda sus placas internas, enfrentando contradicciones difíciles de resolver en el corto plazo y que se dejan oír en los quejidos del conflicto suscitado entre Julio Cobos y Elisa Carrió, entre ésta y los patrones rurales, en sectores internos de la Coalición Cívica, en el Pro-duhaldista de Macri, en las angustias recurrentes de Gabriela Miccheti por develar su destino, en la Convención radical y en otras manifestaciones semejantes.
Habrá que ver si en menos de un mes logran salir del laberinto en el que se encuentran por estas horas.
Un laberinto del que ya no puede salir inmune Julio Cobos, manchado con conductas que deshonran las instituciones republicanas a las que tanto dice respetar.
Los opositores precisan instalar un nuevo escenario que les brinde el oxígeno ausente. Los anteriores teatros de operaciones pasaron del conflicto de los patrones rurales, hasta llegar al usufructo de la inseguridad delictiva y del velatorio de Alfonsín.
Ida y vuelta, sin escrúpulos.
Cuando las políticas se construyen exclusivamente en base a momentos puntuales, sin elaborar un proyecto a largo plazo que contenga y alumbre soluciones duraderas, las políticas resultan vacías y espasmódicas.
No exponen ante la sociedad ninguna propuesta consistente.
Sólo saben oponerse a un modelo que gobierna con la proa puesta en la defensa del empleo, la producción y el consumo interno.
Con este cuadro, el oficialismo deberá estar muy atento ante el posible montaje de situaciones que pretendan enturbiar el proceso electoral. No es apresurado prever que ante la orfandad de espacios sociales, ciertos sectores opositores intenten provocar hechos violentos o bien, aprovecharse de legítimas demandas de vecinos para usufructuarlos en su propio beneficio partidario.
La derecha sigue apelando al facilismo del recurso basado en más balas ante cualquier hecho de inseguridad. Pero contra esas campañas recurrentes de aquellos que agitan a menudo políticas de exclusión social, la democracia deberá seguir anteponiendo como consigna vital que la mejor política de seguridad son las políticas de prevención del delito y de inclusión social. Si así no fuera, corremos el riesgo de consolidar el país desigual y por tanto, la violencia marginal será parte del paisaje habitual que nos espera a los argentinos.
El desaire de los dirigentes de la Mesa de enlace rural a Elisa Carrió y la andanada de críticas que le propinaron en los últimos días, puso en riesgo a la Coalición Cívica en su pretensión de liderar el arco opositor de la derecha. A esos factores de poder, no les basta que al frente de la lista electoral porteña, Carrió sostuviera hasta el último instante a un representante de la banca internacional. Ni les alcanza que ella misma acepte finalmente ocupar el primer lugar. Dicen por lo bajo que es un convoy sin un maquinista probadamente cuerdo y empiezan a planificar su acercamiento hacia la guarida del menemismo-duhaldista de Macri, De Narváez y Solá.
No es menor el problema que tienen, porque difícilmente las capas medias vayan a inclinar sus preferencias por quienes representan lo peor del pejotismo más anacrónico. La imagen de “derecha moderna” a la que aspira Mauricio Macri podrá haber confundido a amplios sectores medios de la aldea porteña, pero es una empresa imposible de lograr en el conurbano bonaerense y en el interior profundo del país.
De tal manera que a diez domingos de las elecciones, todo indica que los opositores difícilmente estén en condiciones de crecer y captar las simpatías de una amplia franja social que no comulga ni con los distintos naufragios de la ex Alianza de Fernando De la Rúa ni con el llamado “Pro- PJ disidente” que apadrina Eduardo Duhalde.
Esa es la franja huérfana por la que el oficialismo, eventualmente, podría seguir creciendo.
Lo decimos porque la dinámica de esta etapa política está signada por la continuidad y la profundidad del actual modelo gobernante o por su interrupción y vuelta atrás. A todo o nada. Es parte ineludible del proceso histórico en nuestro país y en toda la región.
Se equivocan los que creen que es parte de un consignismo baladí. Como se equivocan los que sostienen que, en verdad, es el peronismo trasladando su propia interna al conjunto de la sociedad. Con igual lógica reduccionista podríamos afirmar que el radicalismo hace otro tanto ¿O no hay radicales a lo largo y ancho del dial electoral?
Ni qué decir de aquellos sectores que provienen de matrices progresistas. Este revoltijo de expresiones partidarias es sólo eso, un revoltijo que ya se encargará el mismo proceso de darle un nuevo orden y una nueva institucionalidad.
El frente político conducido por Néstor Kirchner, en tanto, amplía su oferta electoral y unifica su discurso en defensa del modelo gobernante.
Saben que lo que divide las aguas, es el modelo de país que unos y otros buscan imponer a través de una mayoría que se expresará en las urnas.
La historia enseña que los trabajadores y los sectores más humildes son sabios a la hora de valorar y defender las conquistas sociales. Pero hay otros sectores que, por el contrario, cuando mejor están económicamente, se olvidan de cómo lograron las mejoras de las que hoy disfrutan. Como si no viniéramos del 2001 y del 2002.
A esos sectores habrá que refrescarles en estos días la verdadera historia, para que el 28 de junio elijan por el futuro y no por el pasado que ya padecimos.

1 comentario:

Ester Lina dijo...

Buen post!!! A la hora de voitar, además de la experiencia en "ver" los candidatos más allá de lo que dicen, indago la realidad a través de los principios justicialistas, que dicen:
1) Con la Justicia Social se postula una política redistributiva del estado, que integra a sectores marginados y semimarginados de la sociedad, a condiciones de vida más justas y dignas.
2) La Independencia Económica se complementa con la teoría de la tercera posición, y formula la intención de construir un estado sin dependencia de los imperialismos que rigen el mundo.
3) La Soberanía Política se basa en la facultad del pueblo, como cuerpo orgánico o comunidad organizada, de autodefinirse.

Aprecio del Justicialismo que es nacionalista y propicia la nacionalización de los resortes básicos de la economía; y veo que este Gobierno actúa en este sentido.
Comunidad Organizada, expresa la idea de un todo orgánico en la que el individuo puede realizarse y realizarla al mismo tiempo. Y en la que se debe producir la armonía y el equilibrio cono síntesis de todo los conflictos sociales.
Tal vez nos falte un poco para lograr la armonía.
Saludos!!!