martes, 7 de abril de 2009

DE PÁJAROS Y PAJARONES

Decía Discepolín que “la nuestra es una historia de civismo, llena de desilusiones”.
Lo recordamos ahora en que si todo sale como se anuncia, antes que termine abril, la Argentina tendrá una formula presidencial formalmente “bipartidista”. O para decirlo correctamente, tramposamente bipartidista. Sí, leyó bien.
Está prácticamente confirmada la reafiliación a la UCR de Julio Cleto Cobos, el ingeniero que fuera elegido oportunamente por la Concertación Plural para acompañar a la Presidenta Cristina Fernández. Y le otorgarán de yapa una licencia partidaria para que pueda seguir usando la banda de vicepresidente. La banda, las oficinas del Senado, los teléfonos, el sueldo, los empleados, los viáticos, los vehículos, las secretarias, la boleta electoral que lo puso un día en ese lugar. Opositor y oficialista al mismo tiempo.
¿Milagros de la política? ¿O trampas de la politiquería?. Suena más a lo segundo.
Son los asaltos a mano armada contra la voluntad popular de un pueblo que lo eligió para que acompañe lealmente a la Presidenta. Pero el hombre fue desleal, no cumplió con su deber y no se retiró a su casa después, para salvar el honor al menos; se aquerenció allí como si fuese para siempre.
Gerardo Morales, que al frente del centenario partido radical lo había expulsado de por vida, declaró ayer que flexibilizarán la sanción y que la Convención partidaria volverá sobre sus paso en aras de la unidad. Qué tal.
Hagan lo que quieran. Es un problema del partido. Y de la moral, si la conservan, de los que usan a los muertos queridos para hacerlos hablar con el discurso más conveniente.
Pero lo que no pueden seguir haciendo es bastardear las instituciones, aprovechándose de la infinita paciencia de gobernantes y gobernados.
Estos son los pajarones de la política, diría Discepolín. Los que te hablan en difícil, una o dos horas y seguís sin entender qué quiso decir. Los que lamentan que haya un gobierno que sea tan audaz para enfrentar a los patrones de la soja y de las vaquitas ajenas, pero no sepa guardar el trato servil que se les debe a los dueños del poder.
Repasemos con la memoria o con el medio técnico que se dispongan, las cosas que decían los políticos de la oposición, cuando el Gobierno de Néstor Kirchner decidió decirle No al ALCA en la Cumbre de Mar del Plata o cuando se decidió la independencia del FMI o cuando se profundizaba el modelo económico fomentando más empleo, más consumo, más producción, más reservas fiscales, más redistribución del ingreso.
Las críticas iban desde la condena al maltrato que se les ocasionó a los ilustres visitantes encabezados por George Bush, hasta el consejo para que “se enfríe la economía”. ¿Se acordará de esto Elisa Carrió y su discípulo de la JP Morgan, Prat Gay?
Si estos pajarones hubiesen gobernado con esos conceptos, la crisis del neoliberalismo que estalló en Wall Street, hubiese estallado nuevamente en nuestras regiones pero de manera aún más trágica que las anteriores.
El ALCA era la válvula de escape para el capitalismo financiero, que debía abrirse cuando se les diera las ganas a los neoliberales de guante blanco.
De la que nos salvamos.
Que la memoria sirva para poner las cosas en su lugar.
No habrá que confundir, entonces, a los que siempre pregonaron una mayor dependencia de los organismos multilaterales y al entramado imperial con el que presionaba Bush a los países sudamericanos y hoy se presentan como la expresión de “la nueva política” sólo porque saben usar los facebbok para sus campañas.
Esos pajarones son los que copian el formato de la crisis mundial para asustarnos todo el tiempo con amenazas falsas. Son los mismo pajarones que ven saqueando y robando a las pandillas de Nueva York y las difunden por las pantallas locales, como si en verdad pasearan por la Avenida Corrientes.
Copian todo de afuera. Y para colmo, copian mal.
Hay días que uno pone toda la voluntad para encontrar más pájaros, en lugar de tantos pajarones.
Una torcaza, un jilguero, un zorzal criollo que nos cante la justa cada mañana. Pero es casi imposible.
Habrá que esperar la nueva ley de la democracia para poder abrir todas las jaulas con que la dictadura sigue manejando a través de estos políticos, los grandes medios de comunicación que nos desinforman todos los días.
(El Argentino. 07.04.09)

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