miércoles, 17 de julio de 2013

El otro país de Cinema Paradiso



Habló la Presidenta, Cristina Fernández de Kirchner, en la reapertura del Cine Gaumont, el cine del INCAA, el cine nacional, popular y democrático, el cine de los  argentinos.
Y mientras la vemos a la flamante abuela, la cabeza vuela hasta su origen primero, el de los sentimientos.
A fines de los años 80 del siglo pasado se estrenaba a nivel mundial “Cinema Paradiso” la película de Giuseppe Tornatore, con música de Ennio Morricone y la brillante actuación de Philippe Noiret y Salvatore Cascio, entre otros.
Debo confesar que aún sigo llorando cada vez que la veo.
Pero en aquel entonces, en los años noventa, la trama de esa historia filmada era nuestra propia trama, la de los cines de barrio que se cerraban ante el avance del neoliberalismo; como se cerraban las escuelas, las fábricas y los hospitales.
Perdón por la sinceridad y el subjetivismo, pero debo confesar que volver a ver hoy: “Un lugar en el mundo”, “Lugares comunes”, “La Tregua” y “Cinema Paradiso”, son como una invitación a comer los ravioles o el asado en el patio de mi Vieja un domingo cualquiera.
Son nombres y apellidos de un arte mayor, si los hay.
Lo cierto es que el calendario avanza, nació Néstor Iván y la Presidenta de los 40 millones de argentinos se da el gran gusto de anunciar en un lugar de cultura, que la campaña agrícola granaria del presente período 2012-2013, constituye un nuevo récord histórico. Son 105,4 millones de toneladas, principalmente maíz, la resultante de un proyecto de país que apuesta a la industrialización tomada de la mano de la producción agrícola.
Desde ese lugar de ensueños, como es un cine, como es un teatro, la Presidenta se hizo un hueco para compartir con todos su felicidad personal y familiar y juntarla con la puesta en valor de la producción audiovisual, con el trabajo de sus actores y operarios y hasta con la venta récord en la historia de autos usados, como una forma más de demostrar que estamos en un país con movilidad social ya que millones de argentinos pueden, por primera vez, comprarse el primer auto que los lleve hasta la luna que cae romántica sobre la costa del río, del mar o de la laguna Chascomús.
Por eso decimos que en esta Argentina nunca cerraría Cinema Paradiso. Se reabriría como lo hizo ayer el Cine Gaumont.
Por eso mismo, el país real es el que trabaja día y noche y es también el que está de vacaciones a lo largo y ancho del país.
Dese una vuelta por el centro, en la ciudad que fuera; y dese una vuelta por la calle Corrientes en la porteña ciudad. Verá miles y miles de pibes y pibas con sus padres disfrutando del receso invernal. ¿Hace cuánto que esto no pasaba?
O sea.
Seamos felices, lo demás no importa nada.

El Argentino, miércoles 17 de julio de 2013




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