miércoles, 6 de abril de 2011

¡Andá al arco Mauricio!



Un “fulbito” en el potrero, sigue siendo una fiesta allí donde se juegue. Tiene sus picardías, como poner de arquero al más tronco del barrio, por ejemplo. Sazonamos el título de hoy con una pizca de alegría para intentar salvarnos, al menos un instante, de ese lamento eterno del jefe del Pro, Mauricio Macri. Un lamento que se expresa ante cualquier decisión del gobierno nacional y ante cualquier problema que deba conducir en orden a sus obligaciones institucionales. Cuando le dijeron que tenía espías y comisarios sospechados de complicidad con el terrorismo internacional en la policía metropolitana y que ésta debiera ser una fuerza de seguridad vecinal, no una “CIA” porteña, primero lo negó treinta veces y después dijo que él, no tenía nada que ver, que “la culpa” era de las Embajadas de Israel y los Estados Unidos. Cuando le dijeron que era la Metropolitana la que debía encargarse de las ocupaciones en el Parque Indoamericano, respondió que no estaban preparados para eso y que “sus” policías sólo estaban capacitados para cuidar edificios. Cuando le dijeron que entonces cuidaran los edificios, porque se precisaba que la Policía Federal se encargue de custodiar la seguridad en las calles, Macri dijo que era una locura pretender eso. Ni hablar del tema viviendas, de la prohibición de realizar la mayor feria de ciencias de América, Tecnópolis, del papelón ante Plácido Domínguez, de sus recurrentes “licencias”. Etcétera, etcétera. Sinceramente, es una vergüenza lo que viene ocurriendo con la gestión macrista en la ciudad. Cuesta encontrar antecedentes que al menos emparejen este mal desempeño del Pro en el gobierno porteño. ¿Se los imagina gobernando la nación? Andaríamos como bola sin manija, porque la culpa de todo lo que nos pase a los argentinos sería del gobierno anterior o sería de Venezuela o de Cuba o de Brasil o de Bolivia. O de Mongo Aurelio. Pero eso sí, de Macri jamás. Es interesante, como dato histórico incluso, observar que la derecha naufraga como gobierno allí donde se tendría que lucir: la seguridad, por ejemplo. Si hasta el rabino Bergman, que es del mismo palo que Macri, reemplazó la palabra “libertad” de nuestro sagrado Himno Nacional por “seguridad”. Hoy la seguridad la garantiza el gobierno nacional y particularmente el área de gestión que conduce la ministra Nilda Garré. Nótese el detalle: allí donde hubo conflictos, la ministra puso manos de seda para resolverlos sin disparar ni un “rompeportones”. Macri y sus boys, con Micheti y Larreta a la cabeza, clamaban en cambio, “mano dura”. Por todo esto, hoy pedimos lo que pide toda la tribuna popular: “¡Andá al arco Mauricio, vos no podes jugar adelante!”


El Argentino, miércoles 6 de abril de 2011

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