domingo, 22 de agosto de 2010

Renuncio a los honores pero no a la lucha

Eva Perón hablaba así y el pueblo respondía desde el pie de su esperanza.
Era el Cabildo Abierto del 22 de Agosto de 1951. Allí sobre la 9 de Julio, frente al mismo edificio donde hoy acuna su desvelo por los más humildes la ministra Alicia Kirchner.
La querían a Evita al lado de Perón en la Vicepresidencia. Custodiando sus sueños, la rebeldía indomable de ese movimiento que pareció nacer un 17 de Octubre del 45 pero que sin embargo antes o después, se supo que venía desde más lejos.
Desde esas otras rebeldías de pueblos originarios, de Mariano Moreno, de Belgrano, de Castelli y Monteagudo. De Artigas y de San Martín. Del Chacho Peñaloza, de Juan Manuel de Rosas y de Hipólito Irigoyen.
Nada surge de la tierra porque sí. El pueblo deja sus semillas en la memoria colectiva, como el naufrago sus botellas en el mar.
Gloria eterna a Leopoldo Marechal.
Años después otra generación, o quizás haya sido la misma que quedó inconclusa, la llevó como bandera a la victoria. O al menos se atrevió a intentarlo.
Y el castigo infame fue ese otro 22 de Agosto, pero de 1972.
La Masacre de Trelew fue el estertor sangriento de una dictadura en retirada, preanunciando un retorno mucho más cruel.
Cuántos sueños truncos en esa madrugada de fusilamiento impune.
Cuántas vidas destrozadas por el odio reaccionario de los que siempre atentaron contra el pueblo.
Quisimos hoy recordar y rendir Homenaje a este Día tan significativo en la memoria popular, en el intento de seguir bordando un mismo telar que nos cubra a todos.
La democracia atraviesa por otro momento de épica.
De un lado está la sociedad ansiosa de libertad y justicia.
Del otro, como un sino revanchista, los poderosos intereses de las corporaciones que se niegan a aceptar que aquí cabemos todos si nos respetamos de una buena vez.
Claro, antes tendrán que aceptar y comprender que ya no hay ni habrá mugre debajo de la alfombra. Es una nueva etapa en el devenir histórico. El Bicentenario lo está haciendo posible. Es ahora o nunca la consigna.
De nada valdrán las conferencias de prensa de los menesterosos del poder, suplicando el indulto para sus mandantes. Ni sus proyectos parlamentarios testimoniando para vergüenza de su propia descendencia, que cuando hubo, como ahora, la posibilidad y la necesidad de hacer valer la democracia sobre los monopolios, esos políticos del Grupo A, de derecha a “izquierda” de la pantalla, ida y vuelta, optaron por defender los monopolios, encabezados por Magnetto.
Utilizaron los mismos términos de la solicitada del Grupo Clarín defendiendo su antiguo poder de capataz de estancia.
Hay que salir a pintar en las paredes de la memoria, uno por uno sus nombres y apellidos para que no olvidemos a la hora de elegir. Los radicales de Ernesto Sanz, Oscar Aguad y Gerardo Morales, los del Gen de Stolbizer, los de Julio Cobos y su impudicia, los de la derecha pejotista de Duhalde, De Narváez y Felipe Solá, los de Mauricio Macri y Pinedo. Y Carrió repitiendo como una lejanía macabra las mismas palabras de la dictadura de Videla y Camps. “La plata de los montoneros” dijo sobre Papel Prensa y Héctor Timerman, se revolvió en sus viejos dolores al recordar el martirio de su padre en la mazmorra de sus torturadores.
El mismo argumento de los genocidas en boca de un legislador de la democracia, es una puñalada trapera sobre la espalda dolida de este pueblo.
“Quieren que el Congreso sea una sucursal de Clarín” reflexionó el diputado Agustín Rossi. Y millones de ciudadanos asentían al escucharlo, seguros de ser testigos de un tiempo histórico.
Ni las frases más bochornosas y vergonzantes de la década infame se parecen a estas del Grupo A en el Congreso. Elegidos por el pueblo, terminan actuando como abogados defensores de las grandes empresas.
Paciencia. Pero sin olvidar.
La verdad está muy próxima. Y es esa la razón de tanta impudicia opositora.
El pueblo sólo sabe de canciones, más ahora que se acerca con el pelo al viento, una nueva primavera.

El Argentino domingo 22 de agosto de 2010

No hay comentarios: