El Mercosur del Bicentenario

La Cumbre del Mercosur ya despliega sus alas en la provincia de San Juan. Las reuniones se multiplicaron a lo largo del día, a la espera del encuentro de hoy entre los Presidentes. Todo es bullicio, fervor, trabajo y alegría compartida. *La Presidenta inauguró escuelas y viviendas para hogares sanjuaninos, acompañada por Néstor Kirchner. *La ministra Alicia Kirchner, presidió el Encuentro Social de la región anunciando la constitución del Instituto del Mercosur Social. La solidaridad es política de estado en América Latina. *El Mercosur anunció la creación del Instituto Regional de los Derechos Humanos, que por decisión del Consejo de Ministros será presidido por un funcionario propuesto por la Argentina, Víctor Abramovich. El flamante organismo funcionará en las instalaciones de la ex ESMA. Todo un símbolo. La alegría del Secretario de Derechos Humanos, Eduardo Duhalde, era más que elocuente en el amplio salón donde se desarrolló la reunión. El salto de calidad que dan nuestras democracias con esta decisión, no tiene precedentes. En la antítesis del "Operativo Cóndor" de las dictaduras, la región unifica no sólo su política aduanera, comercial y arancelaria, sino también una misma lógica democrática, una misma convicción en defender los principios más sagrados de la condición humana. El canciller Timerman definió a esta Cumbre como una de las más importantes desde la creación del organismo regional; "seguramente pasará a la historia", dijo. Hasta el presente los países de la Unión Europea y de cualquier otro continente negociaban con nuestros países bilateralmente. Del otro lado del Atlántico eran una sola voz, pero cuando comerciaban con el Mercosur buscaban un entendimiento bilateral con los países sudamericanos. Esa grieta es la que puso a veces en jaque la unidad regional. Se terminó. Ahora todos hablarán con un solo arancel y van en búsqueda de un mismo Código aduanero. Hay que decir que el entendimiento alcanzado entre el gobierno argentino y el de Brasil en los últimos años, fue un factor decisivo para llegar a este punto de avance en la defensa de los intereses comunes de todo el continente sudamericano. Pero la clave está en el cambio de época que atraviesa felizmente la región. El Mercosur, concebido durante el dominio de las políticas neoliberales, no avanzó más rápido en su integración precisamente por que sus mentores pugnaron siempre por el desmembramiento regional para así negociar unilateralmente desde cada país. No les importaba avanzar más allá de la cuestión meramente aduanera porque no concebían lo que hoy es una realidad galopante en la mayoría de los pueblos americanos: la Patria Grande que soñaron nuestros Libertadores. Si no se entiende esto será difícil comprender el momento histórico donde el Mercosur y la Unasur se complementan en la construcción de una sola voz que los represente. La soberanía ya reside en el continente. No habrá que ir a latitudes lejanas en términos geográficos, históricos y culturales para dirimir nuestras propias controversias y sellar nuestros propios acuerdos. Alguna vez dijimos aquí que la política nacional del gobierno de Cristina Fernández de Kirchner se expresa en estas políticas de unidad latinoamericana, conformando un todo armónico y complementario. Ocurre igual en Brasil, en Uruguay, en Brasil y en los países asociados al Mercosur. Esta concepción monolítica, además de ser conceptual, es ampliamente eficaz y beneficiosa para los pueblos de la región. No agota su cometido en declamaciones, sino en resultados muy concretos como los ya comentados. En este marco regional, el anacrónico discurso de Biolcati y los opositores del Grupo A en la Sociedad Rural, quedan absolutamente en orsay. Están afuera de la historia. Se cayeron del mundo. Esta vez, los nuevos vientos tienen la rebeldía de los patriotas de 1810, esos que como Mariano Moreno, Belgrano y San Martín, buscaron construir una patria continente plenamente soberana, integrada, libre y feliz. Igual que ahora en San Juan.

El Argentino, 3 de agosto de 2010