miércoles, 25 de agosto de 2010

Papel de Lesa Humanidad


Ocurrió ayer. La Casa Rosada era un panal de abejas.
Por lo bajo algunos jóvenes y veteranos recordaban esa canción tan bella de Mignona y Lito Nebbia, minutos antes de iniciarse el acto:
“Si la historia la escriben los que ganan, eso quiere decir que hay otra historia, la verdadera historia, quien quiera oír que oiga”
Era un clima especial el que se vivía.
Una mezcla de orgullo nacional, de serena alegría y dolor compartido.
Sin estridencias, sólo con la satisfacción del deber cumplido.
El ejercicio de la memoria provoca a menudo estos revoltijos en el alma.
La Presidenta de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, elegida democráticamente por el voto popular en elecciones libres y democráticas, recibía y anunciaba el Informe oficial sobre “Papel Prensa, La verdad”.
Muy pero muy lejos de allí, como anclados en el país de las sombras largas y del abrazo ausente, los opositores del Grupo A, Carrió, De Narváez, Duhalde, Gerardo Morales, Cobos, Alfonsín, Pino Solanas y Margarita Stolbizer, repudiaban al gobierno de la democracia y defendían cual socios plenos, al Grupo Clarín y al diario La Nación, acusados de cómplices con la dictadura más sangrienta de la historia.
Semejante desvergüenza no tiene retorno. Ni olvido.
Los periodistas Blaustein y Zubieta son autores de un enorme libro editado por Colihue en septiembre de 1998.
“Decíamos ayer - La prensa argentina bajo el Proceso” es su título.
Es útil leerlo siempre, pero mucho más en estos días donde se está decidiendo de manera legítima y por sobre todo legal, la profundización de la democracia.
En su tapa se observa una redacción incendiada, con papeles quemados y una vieja máquina de escribir en soledad, como mudo testigo de “los 3.000 días más trágicos de la historia argentina. Textos e imágenes con todo lo que diarios y revistas de la época dijeron, silenciaron o tergiversaron”
Sus páginas estremecen. Particularmente cuando son la fotocopia exacta de los diarios en la larga noche de esa dictadura, nombrada de manera cómplice por Clarín el mismo 24 de marzo de 1976 como “Nuevo Gobierno”.
En su tapa del 14 de abril de 1977 titulaba “Son quince los detenidos por el Caso Graiver” y el 20 de ese mismo mes, toda la tapa era dedicada en mayúsculas al dictador Videla, foto incluida, con el titulo “La subversión está en franca retirada” anunciado ante una conferencia de prensa y en la que Clarín destaca “El presidente de la Nación afirmó que la investigación del caso Graiver llegará hasta sus últimas consecuencias”. Más abajo el diario remarca en letras de molde: “Caso Graiver- Fue aplicada la Justicia Revolucionaria”
Un mes después, el 19 de mayo de 1977, en una nota titulada “A la opinión pública”, los diarios La Nación, Clarín y La Razón anuncian en la portada que son los nuevos “propietarios” de la empresa arrancada a los Graivier, dos meses después del secuestro a los integrantes de la familia legítimamente dueña de la empresa.
Todo está rigurosamente documentado en ese otro gran libro de investigación llamado “Silencio por Sangre, la verdadera historia de Papel Prensa” de los periodistas Daniel Cecchini y Jorge Mancinelli, con prólogo de Eduardo Anguita.
Todo está en el Informe sobre Papel Prensa.
La impunidad del poder militar, económico y mediático explica las alabanzas a los dictadores cuando eran dueños de la vida y de la muerte. Y la oposición desvergonzada de Ernestina Herrera de Noble, dueña de Clarín, oponiéndose públicamente al reconocimiento solidario a Jacobo Timerman luego de su cautiverio durante la dictadura, es un botón de muestra de ese maridaje ilícito.
A toda esa mugre devenida del terrorismo de estado, la democracia le dijo adiós.
Los Patriotas Latinoamericanos fueron los garantes.
Salvo honrosas excepciones, queda claro que los opositores del Grupo A optaron por defender al verdadero bloque de poder dominante desde el genocidio de Videla, Massera y Martínez de Hoz.
El pueblo no está solo. La memoria, la verdad y la justicia lo acompañan y enaltecen.

El Argentino 25 agosto de 2010

No hay comentarios: