martes, 17 de agosto de 2010

La moral del escorpión

Es conocida la fábula del escorpión y la rana; pero quizás no sea la naturaleza la que traiciona el genio de un bicho tan ponzoñoso, sino su moral.
Mejor dicho, su falta de moral.
Es la primera reflexión que apuntamos ante este nuevo desplante destructivo actuado por Elisa Carrió y sus circunstancias.
Esta vez el acido cayó sobre sus viejos amigos correligionarios del radicalismo. Les cantó primero el “Arroz con leche, me quiero casar” para luego asestarle sobre sus lomos “con este sí, con este no” y se marchó nuevamente al desierto.
Tanto anunciaron que se acercaría al pejota disidente de Solá que empezó por quedar…sola.
Argumenta, como otras veces, que lo hace para no traicionar sus principios.
¿Cuáles serán esos principios? ¿Los que la llevaron a otorgar un apoyo incondicional a la propietaria del Grupo Clarín, Ernestina Herrera de Noble? Recordemos las declaraciones que en distintas ocasiones derramaba Carrió en múltiples y adornadas conferencias de prensa afirmando que no dudaría un momento en abrazarse a los monopolios y los grandes grupos y que Marcela y Felipe también eran sus hijos.
No hay que olvidar que por estas cuestiones fue expulsada de la Asamblea Permanente de los Derechos Humanos. Gravísimo.
O quizás esté argumentando basada en su última moral, planchadita y sin ninguna arruga, embanderada con el paño de la Sociedad Rural que le alcanzara Hugo Biolcati. Fue hace pocos día ¿se acuerdan? Retenciones cero es igual a moral cero. Parece.
En fin, vocifera y escribe cartas a quienes le dieron cobijo con la moralina de Clarín y la Mesa de enlace, no con la conducta de la Madre Teresa ni de Rosa Luxemburgo.
El daño a la oposición está hecho. Y por ellos mismos.
El Acuerdo Cívico y Social que se presentó en sociedad con el lema “El cambio seguro”, termina la semana reescribiendo: “La ruptura segura”, asumiendo conciente o inconcientemente, la herencia aliancista que arrastran consigo.
Todo lo que barajen de nuevo de acá en más no alterará la decadencia opositora.
Aunque en verdad habrá que agradecer que estas experiencias amorfas, amorales, apolíticas, de todos contra todos en pos de una candidatura, sin programas ni políticas en defensa de la sociedad, las expresen fuera del radio de la gobernabilidad.
Ahí está Mauricio Macri para demostrar de lo que son capaces cuando llegan a una instancia de gobierno. Son autitos chocadores, con el agravante que adentro del vehiculo vamos todos los ciudadanos, los hayamos votado o no.
Es tan contradictorio y absurdo lo que ocurre en la oposición que están a punto caramelo del grotesco. Para seguir con Carrió, digamos que se espanta ahora de los boinas blancas como si no los hubiera visto jamás, pero ¿con quién se alió en las últimas elecciones? ¿Con el Subcomandante Marcos acaso? No; se alió con los radicales, incluido los de Julio Cleto Cbos.
Claro que es más elocuente su paso por la justicia chaqueña cuando dominaban los genocidas en su provincia y en todo el país. ¿Justo allí no tenía principios cuando estaban masacrando a su misma generación?
Repasemos un fragmento de la plataforma electoral 2009 del Acuerdo Cívico y Social que acaba de romper:
“No hay espacio para una política exterior de baja intensidad y nulo compromiso. Nuestro país no será respetado ni será capaz de influir efectivamente en los asuntos internacionales mientras su política exterior consista en despreciar a los países centrales y a los organismos multilaterales, sembrar discordias con los socios regionales y arrogarse patéticamente la calidad de ejemplo para enseñar al mundo qué hacer”.
Paradójicamente da cuenta de este texto la exitosa misión del Secretario General de la UNASUR, Néstor Kirchner. O la más importante Cumbre del MERCOSUR presidida por Cristina. O la recomendación de la CEPAL para que el mundo adopte las políticas anticíclicas de la Argentina.
Eso sí, ya no dependemos de nadie y menos del FMI.
Es patética la oposición.
Gracioso era Groucho Marx exclamando:
“Estos son mis principios y si no les gusta…tengo otros

El Argentino 15 de agosto de 2010

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