jueves, 3 de junio de 2010

"TENGO MUCHO FRÍO, SEÑO"


Esa es la frase dominante en estos días, cuando el frío cala los huesos de los más pequeños en los rincones congelados de la escuela pública porteña.

Es la última frase que un maestro, una maestra quisieran escuchar de sus alumnos.

El hambre y el frío para los más pobres en la Capital de la República.

Si viviera Belgrano, se moriría de vergüenza.

¿Tendrán algo de sensibilidad los que gobiernan hoy la Ciudad de Buenos Aires?

Como en el tango, para los pobres la vida será siempre una herida absurda en un país desigual.

Pero la derecha se empeña en batir sus propios récords de crueldad con los hombres y mujeres de este pueblo.

Ni ahorró sangre de gauchos ni terminó de limpiar la que ordenó derramar en los basurales de León Suárez. Y mucho más, después.

Pero meterse con los pibes…

Es indignante lo que viene sucediendo con el gobierno de Mauricio Macri que deja Escuelas sin gas y los hospitales públicos deshechos.

¿Qué quieren? ¿Culminar la faena inconclusa que dejó Carlos Menem? ¿Desguazar, vaciar, rematar, privatizar lo que haya de público en la ciudad más rica del país?

Los legisladores Juan Cabandié, Tito Nenna y otros, trajinan noche y día denunciando este drama social en el intento de impedir que estos dolores se ahonden para los que tendrían que ser en todo tiempo y lugar, los únicos privilegiados.

No hay que ser un sabio para comprobar que si en cinco días se movilizaron más de seis millones de personas y no hubo un solo incidente en las calles, es porque este pueblo es un pueblo manso. En consecuencia, allí no hay nada que temer.

Pero sí hay que temer que la tragedia que viene augurando el periodista de TN y “La Nación”, Joaquín Morales Solá, se produzca en una escuela o dos, en un hospital público o dos. Y todo por la impericia o mejor dicho, la impudicia de los mismos sectores del poder económico que él defiende.

A propósito: ¿no debería ser citado por la justicia o por legisladores para que presente las pruebas que tiene sobre su persistente augurio de fatalidad?

Y los políticos que se manifiestan tan solidarios con el Grupo Clarín, condenando a la jueza que sólo cumple con la ley en la búsqueda de la identidad de dos personas presuntamente apropiadas ¿No deberían ser citados para que aporten las pruebas sobre las que sustentan sus declaraciones?

La oposición no entendió nada sobre el mensaje movilizador que dio este pueblo en la Semana de Mayo. Sigue en piñón fijo, como si nada.

Si no fuera tan grave y triste, algunos opositores, políticos y mediáticos, causarían mucha risa a esta altura del campeonato.

La Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en tanto, cruzó el charco y fue a abrazarse con el Presidente uruguayo, Pepe Mujica.

Néstor Kirchner en su calidad de Secretario General de la UNASUR hizo lo propio con el Presidente del Paraguay, Fernando Lugo.

Todo es hermandad en esta parte del mundo, ahora que gobiernan los iguales. En esa fraternidad se encauzan las diferencias, los matices y los intereses que puedan contraponerse. Pero esta región del mundo es territorio de justicia y paz.

Aníbal Fernández dictó una cátedra política y de gestión en el Senado.

El Procurador Esteban Righi dictaminó a favor de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual y la reenvió a la Corte Suprema para que finalmente se expida.

Todo indica que falta muy poco para que liberen a la Ley de su secuestro judicial.

Y ahí sí, seremos un poco más libres, como es el mandato de Manuel Belgrano que nacía un día como hoy pero de 1770.

Un setentista pionero.

El que creó la Bandera pero por sobre todo creó escuelas, periódicos, industrias, promovió derechos sociales, perdió y ganó batallas por nuestra independencia. El que advirtió tempranamente la miseria de los porteños y propuso: “La lana, el algodón, otras infinitas materias primas que tenemos, y podemos tener con nuestra industria, pueden proporcionar mil medios de subsistencia a estas infelices gentes”

Va a estar bueno Buenos Aires, cuando se lo honre a Belgrano como se merece.


Jorge Giles. El Argentino, 3 de junio de 2010
http://www.elargentino.com/nota-93325-Tengo-mucho-frio-seno.html

1 comentario:

Leo Carballo dijo...

Cuando leí el título de la nota me acordé de una canción que le escuché a un querido compañero y aunque no la recuerdo muy bien, decía "suda el jornal con su vida de niño y se muere arriba de los trenes, mi niño se muere y ¿que hago yo aquí?" La transcripción no es exacta, claro, pero en estos tiempos de transformación profunda de la sociedad, de enemigos enormes y poderosos, es bueno saber que algunos compañeros como vos siguen peleando por lo mismo de siempre. Pero esta vez, todos unidos triunfaremos. Un abrazo,Semi.