jueves, 10 de junio de 2010

"UNA PATADA EN EL CULO"

Barack Obama ya sabe a quién dará su anunciada “patada en el culo” por provocar la mayor catástrofe ambiental en la historia de los EE.UU.: La compañía británica British Petroleum.

Los daños ambientales que ocasionaron son irreversibles.

El presidente Obama los acaba de intimar para que en 72 hs solucionen la pérdida de petróleo que afecta las costas de su país, advertido que son ellos los culpables de este verdadero crimen ecológico.

Y por lo tanto, humano.

Si ocasionaron semejante catástrofe en el norte, igual o peor daño podrían ocasionar en nuestras aguas y en nuestro continente las compañías británicas que están perforando actualmente la plataforma marítima en cercanías de nuestras Islas Malvinas, saqueando los recursos naturales que pertenecen a todos los argentinos,

Lo advirtió el Canciller argentino Jorge Taiana, en el marco de la Cumbre de la Organización de Estados Americanos.

“El que no salta es un inglés” fue una de las consignas más vitoreadas durante los festejos populares en el Paseo del Bicentenario.

Y aunque no estuvo en los labios de los cancilleres reunidos en la OEA, pareció expresarse igualmente con la aclamación que rubricó la Declaración de apoyo al reclamo argentino por la soberanía de las Islas Malvinas.

Hoy es el Día de la Afirmación de los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, islas y sector antártico, tal cual lo establece la Ley 20.561 promulgada durante la última presidencia de Juan Domingo Perón.

La democracia expresaba esa vez, tal como lo hizo siempre, sus formas pacíficas para reclamar lo que le pertenece legítimamente a la nación argentina.

Y lo hacía conmemorando el 10 de Junio de 1829 cuando se nombra al primer gobernador político y militar de Malvinas, Don Luis Vernet, por medio de un Decreto firmado por el Gobernador Martín Rodríguez y que en sus fundamentos dice: “Cuando por la gloriosa Revolución del 25 de Mayo de 1810, se separaron estas provincias de la dominación de la Metrópoli, España, la España tenía una posesión material en las Islas Malvinas y de todas las demás islas que las rodean hasta el Cabo de Hornos; incluso, la que se conoce como la Tierra del Fuego; hallándose justificada y documentada aquella posesión por el derecho del primer ocupante, por el consentimiento de las primeras potencias marítimas de Europa, y por la adyacencia de estas islas al continente que formaba el Virreinato de Buenos Aires, de cuyo gobierno dependían por esta razón habiendo entregado al gobierno de la República Argentina en la sucesión de todos los derechos que tenía sobre todas las provincias la antigua Metrópoli, España…”

Luego de otras consideraciones, disponía la inmediata y efectiva gobernación de Malvinas.

Después vino la ilegal ocupación británica, el despojo de nuestra legítima soberanía y en consecuencia los reclamos diplomáticos argentinos que datan desde 1833 hasta la fecha.

No debería haber controversia, si la que prima es la razón, la sensatez, la justicia, la historia, el derecho internacional, sobre la pertenencia de Malvinas a la Argentina.

Además, si de autodeterminación se trata, es la autodeterminación del pueblo argentino el que determina que esas Islas son parte de nuestro territorio. No son los habitantes de Malvinas, plantados allí luego de la ocupación violenta del imperio británico en el siglo XIX, vulnerando la integridad territorial argentina, los que deben proclamar su pertenencia a tal o cual país. Ese es el argumento falaz y arbitrario que ayer reafirmó Inglaterra para oponerse al reclamo sobre la soberanía argentina por parte de la Organización de Estados Americanos.

Fue una gran victoria diplomática y una nueva demostración de unidad continental. Urge parar el saqueo inglés y evitar cualquier daño ambiental.

Quien propuso a la Cumbre de la OEA aprobar por aclamación el proyecto de soberanía argentina sobre Malvinas, fue el Canciller del Uruguay.

Esa es la verdadera hermandad rioplatense que deberíamos valorar y preservar hoy más que nunca.


Jorge Giles. El Argentino, 11 de junio de 2010
http://www.elargentino.com/nota-94325-Una-patada-en-el-culo.html

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