EL REGRESO DE ANA FRANK

Hay noticias que deberían ser tapa de los diarios y titulares de los noticieros de la televisión y la radio.

Y sin embargo no lo son.

Una de esas noticias acaba de escribirse.

Vamos por ella.

La Ministra de Defensa, Nilda Garré, firmó un Convenio con el Centro "Ana Frank", filial Argentina, con el fin de capacitar y prevenir acerca de la violencia de las prácticas discriminatorias, en cualquiera de sus manifestaciones, en las instituciones educativas de su gestión.

Ana Frank, la pequeña gran heroína que escondió su diario íntimo para legado de la humanidad, muerta durante la Segunda Guerra mundial en los campos de concentración nazi junto a millones de niños y adolescentes judíos como ella, sigue de este modo escribiendo páginas de amor y convivencia para todos.

En el acto de firma del convenio participó la hermanastra de Ana, Eva Schloss, también víctima del nazismo y sobreviviente del Holocausto, junto a los respectivos Jefes de las Fuerzas armadas de nuestro país.

La trascendencia cultural de este evento brilla con luz propia en el contraste con nuestro pasado dictatorial y con la profunda crisis por la que atraviesa Europa, con su secuela de racismo y discriminación creciente.

Es un nuevo país el que amanece con la profundización de la democracia.

De poco o nada valdría el crecimiento económico sino se fortalece el sentido humano del desarrollo.

Un proyecto de país, como el que hoy gobierna, honra la condición humana cuando emprende estas políticas precisamente allí donde el terror supo esculpir su rostro genocida.

Sólo por eso deberíamos celebrar la vida una vez más, valorando este rumbo.

Y estas políticas, hay que subrayarlo, van de la mano del fortalecimiento estructural de nuestras defensas.

Que el gobierno nacional, a través de este ministerio, desarrolle tecnología de punta para sus tanques, movilizando la capacidad nuclear para la propulsión de los barcos de la Armada, fabricando aviones en la recuperada Fábrica "Brigadier San Martín" de Córdoba, logrando cambios profundos en el tema género, en el Complejo Industrial Naval Argentino, compuesto por Tandanor y el Astillero "Almirante Storni", son todas buenas noticias que le dan el marco sustancial a la política de defensa de nuestra democracia.

Los soldados y jefes que marcharon en el Paseo de la Revolución de Mayo vistiendo los uniformes de aquellos ejércitos que hicieron posible la libertad y la independencia de la nación argentina, están escribiendo así las primeras páginas de las Fuerzas Armadas del Bicentenario.

Vamos por otro titular.

La Presidenta inauguró ayer un laboratorio de clonaciones de cabra en la localidad de Marcos Paz.

Un equipo de biólogos, veterinarios y embriologistas están haciendo fertilización in vitro y clonaciones de ovejas y porcinos para mejorar la eficacia productiva y desarrollar carnes alternativas, posibilitando el trabajo para 50 mil personas en todo el país.

"La tecnología es una de mis obsesiones", señaló en la oportunidad la Presidenta.

Estaba indicando que el camino de la soberanía tecnológica está garantizado desde el Estado. Y en un mundo donde la sola posibilidad de intentar poseer patentes y marcas ocasionaron guerras y golpes de estado, vaya si no es esta una noticia trascendente.

Todos los días suceden hechos de este valor. Hay que rescatarlos con un doble fin: para apreciar la Argentina que hoy tenemos, conociéndola a fondo y, para que nadie se duerma en la pereza de creer que "esto siempre fue así".

En este país, señora, señor, recordemos siempre que un "super ministro" llamado Cavallo mandó a lavar los platos a nuestros científicos.

En este país, también hubo quienes reprodujeron el terror de Auschwit en campos de detención y desaparición como la ex Esma, Campo de Mayo, Automotores Orletti y fusilaban al costado de las rutas, como en la Masacre de Margarita Belén, Chaco.

Pero en la Argentina de hoy, un embajador debe renunciar, armar las valijas e irse a su casa porque osó reivindicar al dictador Pinochet.

¡Justamente aquí!


Jorge Giles. El Argentino, 11 de junio de 2010
http://www.elargentino.com/nota-94461-El-regreso-de-Ana-Frank.html