miércoles, 5 de agosto de 2009

¿QUÉ LE PASA A LA OPOSICIÓN?


Se viven peleando entre ellos, tejiendo y destejiendo alianzas, realizando operaciones de prensa para desprestigiar al adversario interno.
Resulta bochornoso el espectáculo que a diario ofrecen con sus chanchullos de comité.
Felipe Solá anunciando que formará un bloque autónomo después de hacer campaña electoral jurando por la unidad monolítica con sus socios en la derecha.
Francisco De Narváez que se distancia del ex senador Eduardo Duhalde y hace lo posible y lo imposible para que se note, si fuese posible, hasta en la luna.
Patricia Bulrrich que arremete con saña, con odio y resentimiento contra Margarita Stolbizer, en nombre del coraje republicano impoluto de su jefa política, Elisa Carrió, la blonda señora que todavía anda buscando los votos que se le perdieron en alguna playa de Miami o en el tren fantasma de Disneylandia.
Una desmesura que, al menos, enaltece a Stolbizer por venir de quien viene y por que el objeto del ataque es su actitud respetuosa por el dialogo democrático.
Menos mal que las de junio fueron elecciones para elegir legisladores.
¿Se imagina a estos mismos dirigentes gobernando el país?
Ahí está el pasado reciente para respondernos, no desde la rectitud de las conductas cívicas, sino desde los prontuarios judiciales de Fernando de la Rúa y Maria Julia Alsogaray, por ejemplo.
Siguen avergonzando a la ciudadanía y a la democracia con sus enriquecimientos ilícitos, pagos de sobornos, sobresueldos, corrupción generalizada.
Los íconos de ese país que estalló en diciembre del 2001, formaron parte de un sistema donde la corrupción no eran canitas al aire ni picardías criollas cometidas casi por descuido o por azar. Estaba en la propia naturaleza de la tan declamada y no siempre respetada República.
Terminan así los corruptos. Entregando los bienes mal habidos, como lo tendrá que hacer ahora la ex secretaria de Ambiente de Carlos Menem.
En otro escenario, otro opositor al Gobierno nacional, Rodríguez Larreta, jefe de gabinete porteño, tuvo que escuchar las quejas dolorosas de quienes se manifestaron en la Legislatura de la ciudad contra la designación del ex comisario Jorge Fino Palacios, sospechado de complicidad nada más ni nada menos que del atentado a la AMIA.
El macrismo, en lugar de defender la seguridad y la tranquilidad de los ciudadanos, defiende la inflexible decisión de Mauricio Macri.
En el Congreso en tanto, el Secretario de Agricultura demostró a propios y extraños que no hay registro cierto de la tan mentada catástrofe lechera que denuncia la mesa de enlace. Es que a la corporación rural no les satisface nada más que el poder absoluto. Reclamaron durante meses al gobierno, veinte centavos por litro de leche; la Presidenta lo anunció la semana pasada y ahora resulta que vienen por otros veinte más.
Corren el arco todo el tiempo por que no creen ni en la equidad ni en el valor del consenso social.
El campo de batalla está ahora en el Parlamento. Ya veremos cómo en nombre de las causas perdidas, el arco opositor de la derecha en sus distintas versiones, saldrá desmemoriadamente a dar pelea contra el modelo de desarrollo con inclusión social que defenderán los legisladores del oficialismo.
Los mismos que dejaron a los argentinos sin gas, sin luz, sin trabajo, sin trenes, sin aviones, sin consumo interno, sin educación, sin jubilaciones, sin salarios dignos, ahora pretenden mostrarse como inocentes justicieros en defensa de “los pobres”, como proclamó el patriarca de la Sociedad Rural.
Si nuevamente nos vacunan con la desmemoria colectiva, en la próxima exposición de Palermo, exhibirán nuestras desvergüenzas. No les falta mucho para lograrlo con socios como la Bulrrich. Si no le tembló la mano para firmar la defunción de los haberes de los jubilados, mucho menos le temblará para votar la baja de las llamadas retenciones a la soja, que implicará la caída inmediata del cimiento económico y social construido hasta aquí.
El mundo sigue cayendo, pero aquí la recaudación avanzó en julio un 10,2 % acumulando en lo que va del año un 13,9 % más que en igual período del año pasado. Este dato significa, más escuelas, más hospitales, más empleo, más justicia social.
Y sirve para saber que la nave va.


Jorge Giles. El Argentino. 05.08.09
http://www.elargentino.com/nota-52427-Que-le-pasa-a-la-oposicion.html

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