jueves, 6 de agosto de 2009

LA ARGENTINA NO ES UN SATÉLITE DE LA TIERRA


La noticia decía ayer que en los EE.UU. se perdieron casi medio millón de puestos de trabajo en los últimos meses, agregando que el desempleo ya superó la friolera de 6 millones de personas afectadas, consecuencia directa de la dramática crisis financiera y económica desatada en el gigante del norte y extendida rápidamente a todo el mundo. Es el mayor índice registrado en los últimos 50 años, expresado en las largas colas de trabajadores que intentan conseguir un subsidio por desempleo.
Es cierto que el Presidente Obama, coincidiendo con muchos economistas de prestigio internacional, anunció que lentamente se empezó a salir de los escombros. Pero hay que decir que los que quedaron sepultados allá abajo, no fueron los millonarios dueños de empresas ni de finanzas ni patrones rurales de exportación, sino los laburantes, los pobres de toda la vida, los que viven de un salario mensual y que serán seguramente los últimos en recuperarse.
Este drama, que es mundial, hizo decir a la Organización Internacional del Trabajo, que es posible que durante el 2009 se pierdan entre 18 y 30 millones de empleos en el mundo.
Léalo de nuevo y coméntelo con su vecino. No para caer en pánico, sino para saber en qué planeta estamos parados. Y en que país vivimos.
Allá afuera, todo es tristeza y desolación. Aquí adentro, la esperanza popular sigue en alza, aunque no cotice en la bolsa de valores.
¿Toman nota de la crisis que azota el planeta aquellos que cínicamente exigen que el Estado vuelva a retirarse para dar paso, nuevamente, al reinado del dios mercado?
¿Leerán las noticias que llegan de los países desarrollados, los alegres opositores que pujan por rebajar y eliminar las retenciones a la soja y otros productos agrícolas con que el Estado a través de este Gobierno, logra invertir en más políticas de desarrollo con inclusión social?
La Argentina no es un satélite de la tierra, es parte indisoluble de ella. Por lo tanto, piensen como piensen partidariamente, todos, absolutamente todos los sectores deberán guardar la mínima y la máxima prudencia y responsabilidad para el manejo de la gobernabilidad democrática.
Por que en este contexto se debate la suerte de los argentinos y de los latinoamericanos. Y la salida del atolladero, esta vez no tiene terceras vías.
O se sale por derecha, es decir, por la violencia y las injusticias o se sale por el lado del progreso y la justicia social, del desarrollo con matriz diversificada, con mayor mano de obra, más consumo, más y mejor Estado y más democracia participativa.
En este marco, entonces, hay que valorar el avance del Gobierno de la Presidenta Cristina Fernández en el dialogo con los principales actores de la vida nacional, mientras da pasos significativos en el reordenamiento del INDEC con la participación de Universidades, empresarios, sindicatos y entidades bancarias nacionales.
En el Congreso se debatió la Emergencia Agropecuaria, el aumento de las tarifas a los sectores más pudientes, el repudio al golpe cívico-militar en Honduras y la sustitución de importaciones de electrodomésticos. Se busca así proteger el trabajo de los argentinos.
Compare estos datos con las informaciones vertidas en los primeros renglones de la nota.
Es un país de pie el nuestro, con un Gobierno que no entrega la ciudadela en manos de los voraces propietarios y arrendatarios devenidos en nuevos ricos de la soja y de la vaca Aurora.
Por eso se explica esta fase de ofensiva mediática contra el Gobierno nacional.
Ajústese los cinturones y póngase tapones en los oídos, si no quiere deprimirse con semejante bombardeo de pálidas tras pálidas. Los grandes medios monopólicos, sus lenguaraces y escribas dispersos en radios, cables y diarios, descargan sus municiones discursivas pintando una situación caótica y descontrolada que no tiene nada que ver con la realidad que vive la inmensa mayoría de los argentinos.
Lo hacen para fabricar una realidad ficticia, en el vano intento de volver a empujarnos al infierno de los injustos.
Cuando personajes como Aguinis y De Angeli se parecen hasta físicamente, es por que la conjura de los necios está en su etapa superior.


(Jorge Giles. El Argentino. 06.08.09)
http://www.elargentino.com/nota-52607-Argentina-no-es-un-satelite-de-la-Tierra.html

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