Siempre
fueron así. Violentos. Obscenos. Canallas. Miserables.
La portada
del diario “El país” de España y la indisimulada réplica de sus socios locales,
exponiendo a un hombre moribundo y entubado en una camilla hospitalaria, los
muestra de cuerpo entero.
El asunto
no pasa por saber si el hombre de la foto es el presidente Chávez, o no. Lo
inhumano es mostrar a un hombre en esa situación extrema y dolorosa. Se llame
como se llame.
Sólo
después viene el otro asunto: lo quieren ver a Chávez muerto de verdad. Quieren
que se muera ya. Quieren que se muera Cristina. Quieren que se muera Rafael
Correa, Evo Morales y todos los que luchan por la inclusión social de sus
pueblos.
Y si no
ocurre de verdad, bien vale una foto mientras tanto.
Con ese
mismo cinismo fotografiaron la sangre y el lugar donde fue “abatida” Norma
Esther Arrostito y publicaron su muerte un año antes que la tiraran al mar los
asesinos de la ESMA.
Con ese
mismo cinismo publicaron “enfrentamientos con subversivos” cuando sabían más que
nadie que eran secuestros de hombres y mujeres embarazadas, de obreros y
estudiantes, de pibes recién nacidos.
Con ese
mismo cinismo fotografiaron la ESMA y otros centros clandestinos de detención
de la dictadura cívico-militar, cual si fuesen centros de reeducación con
pensión completa.
Con ese mismo
cinismo difundieron un crimen de hace cinco años como si hubiese ocurrido hace
cinco horas. Y publicaron una foto de una fiesta estudiantil de hace tres años
como si fuese el último traspié del hijo de un ministro de un gobernador de una
“provincia K” y que ya se sabe son lo peor de lo peor que hay.
Hace bien
la presidenta en decir: “Eso no es una foto, es una canallada”. Y hace bien en
vincular al diario español con Clarín y otros más de su misma estirpe y
cinismo.
No pueden
quedar en el olvido las canalladas de los que dan lecciones de ética
periodística y presumen ser los reyes de la libertad de prensa.
Son los que
sueñan con publicar las mismas fotos que obtenían en tiempos del terrorismo de
estado.
Los
caranchos y los buitres gustan de los cadáveres.
La portada
de “El País” dice ayer que se disculpan por que el hombre de la foto no era
Chávez. No por la foto.
A confesión
de parte, relevo de pruebas.
Es el mismo
odio que destilan seres de igual calaña por las redes sociales y en los
carteles caceroleros que pidieron la muerte para la Presidenta.
Son los que
se reconocen en el grito fascista de “Viva la muerte” en la España de Franco.
La vida muestra
que este pueblo y su gobierno son los garantes de la paz.
Por eso la
violencia y el odio no generan más violencia.
Todo un
signo vital del cambio de época.
El Argentino, viernes 25 de enero de 2013
2 comentarios:
La agonia de El Pais forma parte de la deblacle de ciertos progresismos
En su eterna lucha por defender privilegios, propiedades materiales y concretar la exclusión definitiva de las clases populares, LA DERECHA siempre ha recurrido a cuanta canallada y a cuantos canallas le fueran de utilidad. Y esas canalladas, en numerosas oportunidades incluyen a la misma MUERTE. Su odio y su irracional capacidad reaccionaria la vemos en las antiguas carnicerías de la Santa Inquisición, en el sistemático exterminio de los pueblos originarios como consecuencia directa del "descubrimiento" y las posteriores "conquistas civilizadoras" territoriales cuyo producto fue cuidadosamente distribuido entre exclusivos grupos. La guerra de la Triple Alianza, la Ley de Residencia, la Liga Patriótica, los fusilamientos en la Patagonia a principio de los 20s del siglo pasado, el busto de Yrigoyen arrastrado por la Av. de Mayo después del golpe de estado de 1930, la década infame, y todas las sangrientas manifestaciones de "la reserva moral de la patria" que Argentina sufrió hasta 1983 son sus marcas registradas.
La indescriptible impotencia hacia el resurgimiento de gobiernos populares en nuestra América del Sur lleva a LA DERECHA a cometer atrocidades como la del indigno pasquín "El País".
Son asesinos, mentirosos y traicioneros. Transformaron su poder en castigo para los pueblos.
Pero todo lo hacen en nombre de la libertad y la democracia ...
Saludos
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