martes, 8 de enero de 2013

La libertad navega en mar argentino



Argentina es la prueba de que la historia escribe formando círculos ascendentes.
Allí donde reinó el terrorismo de estado y la muerte, hoy anida la alegría creativa y la vida a pleno.
Allí donde navegaban solitarios marinos, sin pueblo que los acompañe, hoy está simbolizada la mayor expresión de soberanía popular de los últimos años. 
Hablamos, claro está, de la ex ESMA y la Fragata Libertad.
Es tiempo de soberanía y de justicia.  
Entre las políticas de inclusión social del gobierno de la presidenta Cristina Fernández de Kirchner y sus políticas de industrialización y desarrollo económico que posibilitaron capear el temporal de la crisis mundial, se produjo el mayor número de condenados por delitos de lesa humanidad cometidos durante la dictadura cívico-militar.
Fueron 24 los juicios realizados y 134 los criminales condenados. En 2013 se espera concluir con otros 13 juicios.   
¿Y si nos preguntáramos si acaso este auto acuartelamiento de Clarín, la Sociedad Rural y los jueces que les responden no son parte de la resistencia al enjuiciamiento del genocidio?
La crispación recurrente de los sectores de poder que han manejado a su antojo el país durante décadas, crece proporcionalmente al crecimiento continuo de la representatividad presidencial.
La presidenta gobierna dignamente acompañada por un grueso del pueblo, mientras esos sectores se arrojan furiosos sobre ella, con injurias y amenazas.
¿Qué proponen como modelo superador? ¿Qué ideas de país ofrecen? ¿Qué dirigencia nueva, renovada, virtuosa, inteligente, creíble, apegada al trabajo, aportan a la ciudadanía en un año electoral?
Nos conocemos todos y sabemos que no hay respuesta para estos interrogantes.
Algo muy interesante:    
La portada de ayer de la BBC tituló con letras de molde: “Petróleo de esquisto, el nuevo fenómeno energético”. En esa nota de investigación periodística y más allá de las subjetividades expresadas, se dice que el petróleo y el gas no convencional como el descubierto en Vaca Muerta, Neuquén, por nuestra empresa YPF, podrían transformar la ecuación energética mundial. En nota adjunta se afirma allí que Argentina alcanzaría y superaría incluso en la producción de gas a Venezuela y Bolivia, alcanzando en tiempo más su pleno autoabastecimiento.
¿Y si nos preguntáramos, además, si no es esta realidad presente y futura venturosa para el país la que alborota el nido de buitres, serpientes y escorpiones?   
Con este proyecto nacional y popular la Argentina agigantó su patrimonio soberano. 
¿Y no te preguntas cómo lo hicimos?
Mañana cuando llegue la Fragata Libertad, comprobaremos que lo hicimos entre todos.
O casi todos para ser más justos.  

El Argentino, martes 8 de enero de 2013

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