lunes, 21 de enero de 2013

Del túnel vietnamita al subte A



Comenzaré diciendo que hubo una vez en la Argentina una generación que fue diezmada por amar a la patria y a su pueblo. Esos pibes y pibas de entonces, allá lejos y hace tiempo, admiraban la lucha del heroico pueblo vietnamita; tanto que uno de ellos,  llamado Rodolfo Walsh, se enojaba de buen modo por que se conocía más de la guerra de Vietnam que del Chacho Peñaloza y de cuando las montoneras gauchas ataron sus caballos a la Pirámide de Mayo.
Comenzaré diciendo que en 1975 Vietnam ganó finalmente la guerra a los EE.UU., la mayor potencia militar y económica del mundo. A fuerza de pasión, de inteligencia, de patriotismo y  de coraje, esa guerrilla al mando de Ho Chi Minh y el general Van Giap derrotó primero al colonialismo francés y luego al imperialismo yanqui.
Comenzaré diciendo que una militante de aquella generación diezmada en la Argentina es hoy la presidenta del país, como antes lo fue su compañero, Néstor Kirchner. Esa mujer está volviendo de Vietnam. Luego de rendir homenaje frente al busto de Ho Chi Minh, la presidenta dijo: “Una siente que la historia la roza como una leve brisa”. De esas emociones que tocan el centro del corazón, está volviendo Cristina. 
Vuelve de los túneles vietnamitas al fragor cotidiano de lidiar aquí con los que ni siquiera saben administrar un subterráneo urbano.
Comenzaré diciendo que a la hora del balance de la gira, la presidenta mostrará los acuerdos de inversión productiva y comercial que estableció con los poderosos inversores reunidos con ella y su comitiva en los Emiratos Árabes Unidos; presentará los convenios de intercambio económico con el mayor país del sudeste asiático que es Indonesia, con sus más de 240 millones de habitantes; y finalmente expondrá su paso por Vietnam.
Comenzaré diciendo que la mayoría de los argentinos siente orgullo de su presidenta.
Por que milita la política de cooperación con los países que hoy lideran la economía global, como China, Indonesia, India y la América Latina, con la misma pasión con que milita la memoria de los pueblos que buscan vivir en paz, con inclusión social y justicia, con soberanía y con la esperanza puesta en que otro mundo es posible.  
Comenzaré diciendo que en Vietnam, Cristina unió la figura heroica de Ho Chi Minh con la de nuestros libertadores. Y uno cae en la cuenta que ya completamos el círculo primero que inició Néstor Kirchner el 25 de Mayo de 2003. Y que Walsh sonreirá desde algún lugar del cosmos viendo que los argentinos, a través de su presidenta, reivindican la historia de Vietnam y aprenden a unir al Tío Ho con el Chacho Peñaloza, con San Martín y Belgrano.
Comenzaré diciendo, que ahora viene lo mejor.

El Argentino, lunes 21 de enero de 2013


No hay comentarios: