Andan de aquí para allá construyendo el mundo y haciendo más bella y más digna nuestras vidas.
Son las mujeres de mi pueblo. Las que levantan ciudades, países y continentes como Salustrina, allá en la Quiaca.
Allá está Juana Azurduy, Generala de la Patria; allá la Macacha Guemes y tantas otras heroínas que pelearon codo a codo, beso a beso, con los hombres que hicieron esta nación.
Las mujeres de mi pueblo pelearon cantando en la Vuelta de Obligado, batieron al invasor a golpe de fusiles y metrallas y con ternura, cuidaron los heridos y enterraron dignamente a los caídos en el Combate.
Eva Perón, Evita, al iluminarse, las iluminó para siempre.
Todas las mujeres de mi pueblo guardan algo de ella. La sonrisa dulce, el gesto altivo, la mirada combatiente, la bronca contra los injustos, el amor y el compromiso con las causas justas.
Todo sabe a femenino en este 8 de Marzo, que es su Día.
La solidaridad. La patria. La unidad. La madre. La hija. La hermana. La amiga. La pareja. La casa. La familia. La cama. La cuna. Las flores. La música. Las estrellas. La luna. La identidad. La memoria. La verdad. La justicia.
Esta generación del Bicentenario es un espejo donde mirarlas y mirarse.
Norma Arrostito cantaba en los calabozos de la “Esma” la Marcha peronista.
Azucena Villaflor, Hebe de Bonafini, Taty Almeyda, Estela de Carlotto, Esther de Careaga, María Eugenia Ponce, le pusieron pañuelos blancos al dolor y salieron a buscar la luz secuestrada por los genocidas.
Hasta que un día llegó Cristina a la Presidencia y con ella asumieron todas las mujeres de mi pueblo.
Es un gobierno que, con perfume de mujer, consolida la democracia pidiéndole al Congreso que decida qué hacer con los subtes y con el país federal y solidario que venimos construyendo.
La política social se llama Alicia, la de seguridad, Nilda, la de industria, Débora y la del Banco Central, Mercedes. Y hay muchas más.
En el Día de la Mujer quizá el mejor regalo que reciban es el anuncio de la CEPAL, de Naciones Unidas, que informó ayer: “La Argentina lidera la disminución de la pobreza en América Latina”.
Así les rindió su homenaje el poeta Luís Sepúlveda a “Las mujeres de mi generación”:
“Escriben cartas que incendian las memorias. Recuerdan aromas proscriptos y los cantan. Inventan cada día las palabras y con ellas nos empujan, nombran las cosas y nos amueblan el mundo. Escriben verdades en la arena y las ofrendan al mar.
Nos convocan y nos paren sobre la mesa dispuesta. Ellas dicen pan, trabajo, justicia, libertad y la prudencia se transforma en vergüenza.
Las mujeres de mi generación son como las barricadas: protegen y animan, dan confianza y suavizan el filo de la ira”.
El Argentino, jueves 8 de marzo de 2012
1 comentario:
Hola, mi nombre es Magalí Neira y soy estudiante de produccion integral de radio en el instituto terciario Radio tea.
Decidí contactarme con usted ya que para un trabajo de periodismo de investigación elegí a Germán Abdala y necesitaria poder comunicarme con alguna persona que lo haya conocido para poder hacerle solo un par de preguntas. Me gustaría saber si usted podría ofrecerme ese gusto o pasarme el contacto de alguien que lo haya conocido. Muchisimas gracias por leer. mi mail de contacto es magalineira@hotmail.com
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