Los diarios de ayer, domingo, analizaron con lupa el discurso de la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner ante el Congreso Nacional.
Clarín y “La Nación” hurgaron entre los basurales de la historia en el vano intento de menospreciar la palabra presidencial, asociando maliciosamente el pasado de exclusión social con este presente de inclusión.
Los monopolios sabrán mucho de residuos, pero muy poco de historia.
Es que el tiempo pasa y así como Cristina abre las puertas de un futuro cada vez más justo y soberano, el monopolio se muestra en toda su decrepitud y decadencia.
Hay una reflexión de Cristina que iluminó aquel discurso: “Como verán, el problema no son las políticas, el problema es el rumbo que tenemos que es el que no favorece a los que favoreció durante tantísimo tiempo en la República Argentina”.
Hagamos memoria. No para congelarnos, sino para descubrir el hilo conductor de este proyecto político que hoy gobierna.
Así encontraremos que en uno de los discursos recordados y celebrados del ex Presidente Kirchner, el 25 de noviembre de 2009, expresó algo semejante: “No nos perdonan el haber compartido la idea de una Latinoamérica distinta, el haber soñado en que por allí Bolívar, San Martín, O’ Higgins, Artigas y tantos líderes latinoamericanos, desde otra perspectiva histórica, pensaban lo mismo para la región”.
El problema es ese rumbo.
Cuando Cristina habló de Malvinas expresó: “se ha convertido en una causa regional, americana y global y que es necesario abordar con seriedad, con mucha seriedad, que es lo que estamos haciendo”.
En ese rumbo rindió un merecido homenaje al gobierno del doctor Arturo Illia por la Resolución 2065 que obliga a Gran Bretaña a sentarse a negociar con la Argentina.
Y no quedó allí sino que mencionó en ese mismo plano, la rebeldía patriótica del Gaucho Antonio Rivero arriando la bandera inglesa, izando la bandera argentina y recuperando por unos cuantos meses la soberanía nacional el 26 de Agosto de 1833. Y recordó la resistencia popular contra las invasiones inglesas de 1806 y 1807, la digna defensa de la soberanía en la Batalla de la Vuelta de Obligado, la militancia nacional y popular de Dardo Cabo encabezando el Operativo Cóndor en 1966, el solitario y heroico vuelo de Miguel Fitzgerald piloteando su Cessna hasta las Malvinas en 1964 y el homenaje a los caídos en el Crucero “General Belgrano” por el crimen de guerra cometido por Margaret Thatcher.
En este marco habría que sumar el heroicismo del General Leal llegando hasta el Polo Sur.
Este es el rumbo de la Patria que tanta resistencia provoca.
Como decía Kirchner: “No nos atacan por nuestros errores, sino por nuestros aciertos”.
El Argentino, lunes 5 de marzo de 2012
1 comentario:
Que pena que no agrega el análisis del ultragorila y corporativo Eduardo Aliverti en el fervientemente antilirchnerista Página 12:
"¿cómo justificar que Cristina reproduzca el facilismo tilingo, facho, falso, de que los docentes son una manga de vagos con cuatro horas de laburo diarios y tres meses de vacaciones? Cristina hizo fulbito con eso justo cuando empiezan las clases y relució lo que aumentó el salario docente, o el del bolsillo de los jubilados, comparado con el menemato. Vaya cuidado que debe tenerse con esa cuestión. El gremialismo y el trabajo del sector podrán estar plagados de comodidades y deficiencias; maestros patagónicos que andan en 4x4 no son lo mismo que vivir de la docencia en La Rioja; hacerlo en Formosa no es igual que en el Chaco, y los de Corrientes no tienen nada que ver con los de La Pampa. Es una de las peores herencias de la rata."
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