La aprobación en Diputados de la Declaración de Ushuaia en defensa de la soberanía argentina en Malvinas, coloca el magno tema en un lugar institucional de máxima relevancia.
No es poca cosa que los representantes del pueblo se encolumnen atrás de los intereses nacionales, más allá de banderías partidarias.
Que Cameron y el gobierno británico tomen nota: Malvinas no es botín de nadie.
Malvinas es Argentina.
Antes de aprobar la Reforma de la Carta Orgánica del Banco Central, que es la otra recuperación de nuestra soberanía, el Senado debatió el traspaso de los subtes y los colectivos porteños a quienes corresponde legalmente administrarlos: los gobernantes porteños.
Parece mentira, pero la tozudez, el egoísmo, la ineptitud para gobernar que demuestra Mauricio Macri provocó que finalmente este asunto tenga que ser debatido y resuelto por el Congreso de la Nación.
Macri demuestra ser un experto en construir laberintos. Así con la educación, con la seguridad urbana, con la salud, con el transporte. Y de los laberintos, enseñó Leopoldo Marechal, se sale por arriba.
Es lo que viene ocurriendo. Con el voto afirmativo de 55 senadores y 8 en contra, el Senado aprobó finalmente el proyecto del oficialismo. Esa es la distancia que media entre la razón y la sinrazón. Así de simple y concreto.
Hoy se celebra el Día Mundial del Agua, según Naciones Unidas.
Como un homenaje por adelantado, ayer se comentaba que habría caído definitivamente el proyecto para construir una represa sobre el Arroyo Ayuí, en la provincia de Corrientes. ¿Se acuerdan? Es la represa financiada por uno de los capos del Grupo Clarín, José Aranda. El gobierno nacional, a través de la Secretaría de Ambiente, se había manifestado en contra de esta pretendida obra que, de haberse concretado, habría inundado una porción valiosa del territorio y contaminado peligrosamente, la costa y las aguas del río Uruguay.
Los vientos soplan para el lado de la justicia. Y aunque el monopolio mediático y sus gerentes editoriales se pongan nerviosos y pretendan instalar una realidad ficticia y eternamente crispada, tendrán que acostumbrarse a que la democracia funciona de esta manera. A veces se es mayoría y a veces, minoría. Y está claro que esta vez la mayoría legislativa ya no la tienen con el extinto “Grupo A”. La mayoría es la que ayer se vio votando.
Relájense, que esto recién comienza.
En igual sentido, el directorio de YPF habrá escuchado la posición del gobierno.
“Reclamamos un claro, taxativo y preciso plan de inversión para YPF”, aseguró el secretario de Política Económica, Axel Kicillof.
O sea.
La Argentina recuperó su orgullo. Es eso, nada más.
Y es eso, nada menos.
El Argentino, jueves 22 de marzo de 2012
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