Claro que el título de hoy remite al nombre del disco principal de una de las bandas inglesas más universales, Pink Floyd.
Pero estremece saber que el concierto de presentación en Londres de ese álbum histórico, fue realizado el 24 de marzo de 1973.
Tres años antes del golpe genocida en la Argentina, Roger Waters cantaba aquello de:
“Respira, respira el aire, no temas preocuparte; vete, pero no me dejes.
Mira a tu alrededor y elige tus propios valores; para el tiempo que vivas y lo alto que vueles y sonrisas darás y lágrimas llorarás y todo lo que tocas y todo lo que ves, es lo que toda tu vida será alguna vez.
Corre, conejo, corre. Cava ese hoyo, olvídate del sol y cuando por fin hayas terminado, no te sientes, es tiempo de cavar otro. Para el tiempo que vivas y lo alto que vueles, pero sólo si navegas la marea y haces equilibrio en la ola más grande te precipitas rumbo a una temprana sepultura”.
Ese cantor locuaz y talentoso entró ayer a la Casa Rosada para entrevistarse con nuestra Presidenta.
A pocas horas de convocar multitudes en la cancha de River, Waters saludó a Cristina un día después del anuncio oficial de creación del Museo y Memorial de las Islas Malvinas. En ese mismo acto se rindió homenaje al General Jorge Edgard Leal, nuestro héroe en la Antártida y el Polo Sur, a Miguel Fitzgerald, el aviador solitario que aterrizó en Malvinas y a Dardo Cabo, el joven militante peronista que lideró el Operativo Cóndor.
Ambas actividades son demostrativas del alto nivel de convivencia democrática que hemos alcanzado en este lugar del mundo.
Es la nueva Argentina de la que tanto hablamos últimamente.
La unidad en la diversidad y la diversidad expresada en un proyecto de país común, habla a las claras de este momento histórico.
Desde este lugar recordamos hoy al padre de la medicina social, Ramón Carrillo, nacido un 7 de marzo de 1906 en Santiago del Estero.
El hablaba de estas cosas cuando decía que no hay política sanitaria sin política social. Veía el todo de la realidad, lo privilegiaba y desde allí miraba por el microscópico.
Cuán diferente es la actitud de aquellos que privilegian su propio ombligo, justo ahora que volvemos a tener un proyecto de nación y de pueblo.
Si no conseguimos entradas para ver a Waters, aprovechemos para escuchar a Ramón Carrillo:
“Frente a las enfermedades que genera la miseria, frente a la tristeza, la angustia y el infortunio social de los pueblos, los microbios, como causas de enfermedad, son unas pobres causas”.
“Mientras los médicos sigamos viendo enfermedades y olvidemos al enfermo como una unidad biológica, psicológica y social, seremos simples zapateros remendones de la personalidad humana”.
El Argentino, miércoles 7 de marzo de 2012
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