domingo, 4 de marzo de 2012

Cristina y los vientos de la historia

La Presidenta informó ante el Congreso, la táctica y la estrategia del modelo de desarrollo con inclusión social, las tareas pendientes y los cambios por venir.

Sin perder el rumbo “ni un tantito así”, diría el Che.

Su discurso no fue sólo una rendición de cuentas. Ni fue un repaso de faenas y jornadas de gestión. Fue algo más que eso.

Y ese algo dice que entramos en tiempo de descuento para la talla actual del proyecto nacional y popular. No es para alarmarse: sólo estamos creciendo.

Ese algo indica que la sintonía fina supone dar otro salto cualitativo en la marcha del proceso político vigente desde el 25 de Mayo de 2003.

Ese algo reafirma que estamos en plena encrucijada: o se avanza y se crece con el conjunto del pueblo o se corre peligro de estancamiento.

Y este proyecto, dicen, es un río que no nació para estanque.

Si con Néstor Kirchner salimos del infierno y con Cristina empezamos a cruzar el umbral de un futuro mejor, llegó el momento, quizás, de institucionalizar este modelo de país industrial, desarrollado, inclusivo, soberano, libre, democrático y sobre todo, justo.

Y eso no se hace por decreto, sino con la participación protagónica de vastos sectores de la sociedad.

Si así resulta, entraremos más pronto que tarde, en una nueva etapa signada por la consolidación y la profundización del modelo.

Cuando un proyecto político es de cambio profundo y no de cotillón, no tiene otra alternativa más que profundizar el rumbo. Y ahí te quiero ver. Por que las contradicciones en el seno de la sociedad no desaparecieron, ni tienen por qué hacerlo y por que todo avance implica necesariamente afectar intereses que se le oponen.

De resulta entonces que el sistema normativo vigente le va chico de sisa al modelo democrático que hoy gobierna la Argentina.

Mientras haya combustión, habrá chispa. Es previsible. Pero también es previsible que en cada ocasión que se presente, los enemigos de este modelo de país intenten asestar un golpe aquí y otro más allá.

Habrá que sumar los sectores sociales, sindicales, políticos y económicos que se siguen manejando con la misma lógica de los años noventa. Es la lógica de la trinchera propia y excluyente, sin advertir a tiempo que este gobierno es un emergente cultural de aquellos años, decidido a transformar el país injusto para construir otro que merezca ser vivido por las mayorías populares.

La ocasión es esta, lo demás es puro verso.

Quizá un análisis más profundo de la actitud de Moyano y el sector sindical que le responde, más el paro docente que imposibilitó el normal inicio de clases en un país con el mayor presupuesto educativo de la historia, ayude a entender este descompás ingrato en la marcha colectiva de un proyecto que justamente privilegia el trabajo, la producción y el conocimiento.

Más allá de las razones que asistan a cada sector social, el primer compromiso debería ser impedir cualquier fuga de energía del proceso abierto en la Argentina. Por que no es ocioso repetir que de este proyecto se sale por derecha; es decir, a “la griega”.

Ahora bien, si la política es la costurera de la historia, sin dudas Cristina ejerce hoy ese rol reparador y articulador de los distintos planos de la realidad.

“Unidad en la diversidad” se solía llamar a esta virtud democrática.

La Presidenta convocó a la unidad nacional, desde un rumbo, un modelo, un proyecto, en suma, desde los intereses de las mayorías.

Decía la Presidenta en su mensaje del 2011 ante el mismo escenario, que entrábamos a “una etapa signada por la construcción de certezas”.

La causa Malvinas sigue siendo el nombre de nuestra unidad y nuestra identidad como Nación. Esta certeza cuenta hoy con un plus histórico: Malvinas fue recuperada por la democracia.

Las políticas signadas por el pasado neoliberal siguen haciendo sentir sus consecuencias sobre los argentinos. La tragedia de Once es una de esas rémoras, incluida la utilización política miserable de los medios monopólicos y una parte de la oposición. “Con la muerte no”, sentenció la Presidenta con acierto humano.

La colonización tiene su última guarida en el monopolio económico y mediático de Clarín y “La Nación”. Son ya, descarada y escandalosamente, la playa de desembarco de las políticas colonialistas del imperio inglés.

En la Casa Rosada está hoy, definitivamente, la residencia del poder político y soberano de este pueblo.

¿Cuál es el hilo conductor de todos estos elementos?: el rumbo de los vientos de la historia según los interpreta el pueblo y sus gobernantes.

La historia es una construcción colectiva y Cristina empuja esos vientos de la historia tomando partido por un sentido que se ubica claramente en las antípodas del sentido mitrista.

Cuando anunció que la causa Malvinas implicaba el repudio a la dictadura y la reivindicación de los ex combatientes, el Gaucho Rivero, el Presidente Arturo Illia, Dardo Cabo y sus compañeros del Operativo “Condor” y el solitario aviador Miguel Fitgerald, estaba mirando con los ojos del pueblo.

La Academia Nacional de Historia, con amplia mayoría mitrista, rechazó el 19 de abril de 1966 la legítima pretensión de otros historiadores nacionales en rendir un justo y merecido homenaje al Gaucho Rivero.

Para los académicos era un gaucho bandido.

Olvidaron que en la vida de los pueblos, la lucha por la soberanía nacional siempre va unida a la lucha por la justicia social. Y el Gaucho Rivero, representaba eso precisamente.

¿Qué hace Cristina ante este dilema? Empuja la historia en el mismo sentido que intuyó Rivero cuando quedó solo con sus compañeros en las Islas.

El 26 de Agosto de 1833, el Gaucho Rivero y sus compañeros arriaron la bandera del invasor inglés y volvieron a izar la bandera argentina en Malvinas.

Martiniano Leguizamón Pondal, autor de una digna obra titulada “Toponimia criolla en las Malvinas”, descubrió que el paraje malvinense llamado “Tranquilidad” recibió tal nombre porque allí capturaron finalmente a Rivero.

Pero como se verá, los vientos intranquilos de la historia siguen soplando desde el sur.

Miradas al Sur, domingo 4 de marzo de 2012

5 comentarios:

profemarcos dijo...

"La Presidenta convocó a la unidad nacional, desde un rumbo, un modelo, un proyecto, en suma, desde los intereses de las mayorías."
Y lo hizo denigrando a 975.000 trabajadores y a sus familias con argumentos falaces, demostrando un absoluto desconocimiento sobre la realidad.

MABEL dijo...

la presidenta dio un discurso extraordinario y se metio con quienes hay que hacerlo, y entre ellos los docentes, gorilas desde siempre , cabe aclarar, que salieron a criticarla y compararla con menem o duhalde mientras arreglan con macri,el che guevara para ellos?; MIENTRAS LAS ESCUELAS Y LA EDUCACION EN LA CIUDAD DA ASCO!! ASI SON, PERO LA GENTE LOS CONOCE , CRISTINA NO HIZO MAS QE DECIR LA VERDAD Y YO ESTOY CON ELLA.

Anónimo dijo...

Profe Marcos:
La Presidenta no denigró a nadie. Creo que puso de manifiesto que los gobiernos de los últimos 9 años son los únicos que han vuelto a considerar a los docentes como hacía décadas que no lo eran.
Con los más y menos de los acuerdos en paritarias - que los docentes TAMBIEN RECUPERARON gracias a estos "denigradores" - creo que se debería advertir quien se beneficia y quien se perjudica con tanta "dureza". Recuerdo cuando, no hacen tantos años, un ilustre ministro de economía mandaba a los científicos argentinos a lavar los platos y nadie se molestaba demasiado por la simpática expresión.

Saludos
Tilo, 70 años

profemarcos dijo...

Tito y Mabel... Mentir es denigrar y mintió descaradamente sobre el trabajo docente....

Mabel... Curiosamente SUTEBA y CTERA, el principal sindicato y la principal federación de docentes del país siempre fueron acusados de cooptados por el kirchnerismo... ¿así que ahora los kirchnerista son gorilas? Demostrás un conocimiento superlativo sobre el tema

Lo malo no es decir tontadas sino decirlas con énfasis.

profemarcos dijo...

Recomiendo la lectura de la nota del cipayo gorila de Eduardo Aliverti el el diario manifiestamente antipopular y antikirchnerista Página 12:

"¿cómo justificar que Cristina reproduzca el facilismo tilingo, facho, falso, de que los docentes son una manga de vagos con cuatro horas de laburo diarios y tres meses de vacaciones? Cristina hizo fulbito con eso justo cuando empiezan las clases y relució lo que aumentó el salario docente, o el del bolsillo de los jubilados, comparado con el menemato. Vaya cuidado que debe tenerse con esa cuestión. El gremialismo y el trabajo del sector podrán estar plagados de comodidades y deficiencias; maestros patagónicos que andan en 4x4 no son lo mismo que vivir de la docencia en La Rioja; hacerlo en Formosa no es igual que en el Chaco, y los de Corrientes no tienen nada que ver con los de La Pampa. Es una de las peores herencias de la rata."