Un día como hoy José de San Martín comandaba el bautismo de fuego de sus Granaderos a Caballo en las cercanías del Convento de San Lorenzo.
Era el 3 de febrero de 1813.
El heroísmo de nuestros soldados quedó registrado en el gesto sublime del Sargento Cabral, salvando la vida de su Jefe y Compañero.
“Muero contento, hemos batido al enemigo”, diría el bravo correntino, escribiendo una página de gloria.
Con ese temple y coraje se construyó la Patria, juntando fuerzas desde la cuna del pueblo y organizándolas para enfrentar al colonialista de afuera y de adentro.
Pasaron desde entonces 198 años, con triunfos y derrotas, con dolores y alegrías.
Y volvemos a vivir una etapa donde confrontan nuevamente dos ideas de país.
Mientras haya colonialistas y cipayos, siempre habrá una batalla, tan necesaria como imprescindible, para romper las cadenas del coloniaje económico y cultural.
Esta vez el pueblo vuelve a ser protagonista y batalla a su manera, pacifica y democráticamente, con las armas de la solidaridad y la esperanza, derrotando una y otra vez a los patrones del odio y el resentimiento.
Esa lista es larga, pero a manera de ejemplo, digamos que ayer en el programa de Mirtha Legrand, una nueva expresión reaccionaria de Elisa Carrió volvió a humillar al pueblo al afirmar que las exequias del presidente Kirchner fueron una actuación organizada por el grupo artístico “Fuerza Bruta”; burlándose cínicamente de un dolor colectivo que atravesó de tristeza a un país entero.
Carrió, con su ofensa, fue tan brutal como esos carceleros mendocinos filmados mientras torturaban.
Hay que tener mucho temple para no caer en estas trampas de la reacción.
En el predio del Club Albariños, allí en Lugano, donde la derecha fascista quiso incendiar nuestra última Navidad reclamando balas y palazos contra una ocupación que ellos mismos prohijaron, la Presidenta dejará inaugurado hoy el Cuartel de Bomberos, tan necesario para los vecinos.
Junto al aumento a los jubilados, serán la mejor respuesta al odio contra el pueblo.
Es necesario reflexionar sobre estas dos actitudes, la de Macri y los opositores por un lado y por otro, la del gobierno nacional.
Porque la confrontación de los dos modelos de país que dirimen su suerte todos los días del año y en este año muy particularmente, no es sólo una cuestión que afecte nuestra economía; por cierto una cuestión muy importante.
Se trata, esencialmente, de valorar y defender un modo de vida.
El modo que enseñan las Madres de Plaza de Mayo y su Misión Sueños Compartidos, construyendo casas y aulas y poniéndoles alas para que vuelen hasta allí donde habitó el olvido.
Esa es la cuestión de fondo.
Era el 3 de febrero de 1813.
El heroísmo de nuestros soldados quedó registrado en el gesto sublime del Sargento Cabral, salvando la vida de su Jefe y Compañero.
“Muero contento, hemos batido al enemigo”, diría el bravo correntino, escribiendo una página de gloria.
Con ese temple y coraje se construyó la Patria, juntando fuerzas desde la cuna del pueblo y organizándolas para enfrentar al colonialista de afuera y de adentro.
Pasaron desde entonces 198 años, con triunfos y derrotas, con dolores y alegrías.
Y volvemos a vivir una etapa donde confrontan nuevamente dos ideas de país.
Mientras haya colonialistas y cipayos, siempre habrá una batalla, tan necesaria como imprescindible, para romper las cadenas del coloniaje económico y cultural.
Esta vez el pueblo vuelve a ser protagonista y batalla a su manera, pacifica y democráticamente, con las armas de la solidaridad y la esperanza, derrotando una y otra vez a los patrones del odio y el resentimiento.
Esa lista es larga, pero a manera de ejemplo, digamos que ayer en el programa de Mirtha Legrand, una nueva expresión reaccionaria de Elisa Carrió volvió a humillar al pueblo al afirmar que las exequias del presidente Kirchner fueron una actuación organizada por el grupo artístico “Fuerza Bruta”; burlándose cínicamente de un dolor colectivo que atravesó de tristeza a un país entero.
Carrió, con su ofensa, fue tan brutal como esos carceleros mendocinos filmados mientras torturaban.
Hay que tener mucho temple para no caer en estas trampas de la reacción.
En el predio del Club Albariños, allí en Lugano, donde la derecha fascista quiso incendiar nuestra última Navidad reclamando balas y palazos contra una ocupación que ellos mismos prohijaron, la Presidenta dejará inaugurado hoy el Cuartel de Bomberos, tan necesario para los vecinos.
Junto al aumento a los jubilados, serán la mejor respuesta al odio contra el pueblo.
Es necesario reflexionar sobre estas dos actitudes, la de Macri y los opositores por un lado y por otro, la del gobierno nacional.
Porque la confrontación de los dos modelos de país que dirimen su suerte todos los días del año y en este año muy particularmente, no es sólo una cuestión que afecte nuestra economía; por cierto una cuestión muy importante.
Se trata, esencialmente, de valorar y defender un modo de vida.
El modo que enseñan las Madres de Plaza de Mayo y su Misión Sueños Compartidos, construyendo casas y aulas y poniéndoles alas para que vuelen hasta allí donde habitó el olvido.
Esa es la cuestión de fondo.
El Argentino, jueves 3 de febrero de 2011
1 comentario:
KICHNERISMO en estado puro, donde haya odio instalemos el amor. Donde se reclamen palos y exclusión, instalemos sueños concretos, visibles, esfuerzo y trabajo. Donde se suelte arteramente el agravio de una señora llena de envidia por la capacidad de una presidenta plena de empuje y valor, instalemos eso simplemente, el valor y las cualidades de esta compañera que dirige los destinos de nuestro país. Qué mejor que eso para anteponer a tanta vulgaridad, incapacidad y el dolor de ver lejano un espacio que jamás ocuparía. Porque ese espacio lo ganaron Néstor y Cristina a fuerza de entregarse a sus sueños posibles. Algo que desconocen todos los que están en la otra vereda. Parecerá extrema esta opinión, pero no dudo de ella “ni un tantico así” como dijera el Che. Siempre adelante, que me gusta este país en el que hoy me veo.
Un fuerte abrazo como siempre Beatriz
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